La economía se rige por los hechos que se comprueba y no por las declaraciones de buena voluntad políticas.
El gobierno «sostiene» que la economía es estable, con crecimiento favorable y con reservas que garantizan que durante los próximos años no sufrirá alteración, pero al mismo tiempo indica que «la baja internacional de los precios de minerales e hidrocarburos, podría afectar».
Al decir que está estable, resulta paradójico que «se aumenta salarios cada primero de mayo, en un determinado porcentaje, por ajuste al proceso de inflación». Entonces que hay que tener presente, la declaración política o el eufemismo preelectoral.
El Gobierno debe explicar cuánto de ingresos hubo por la venta de gas a la Argentina, Brasil, cuánto de reservas económicas existe, o dónde están en fideicomiso y qué intereses se percibe, a qué precio se vendió el gas, cuántos trenes (unidad energética) de reserva para atención interna se tiene, en qué se invirtió el flujo de dineros provenientes de dicha venta de gas, cuánto de dinero por cooperación, créditos de la CAF, de la Unión Europea, ingresó y por qué los precios de la canasta familiar aumenta en los mercados públicos, crece la desocupación, la delincuencia, corrupción, narcotráfico, nepotismo.
Solo de dicha forma se tendrá «un presupuesto político económico electoral real», de lo contrario la deuda externa seguirá en ascenso y las generaciones del presente y del futuro tendrán que cargar con el pago de las mismas. Los inversores extranjeros se muestran cautos.
No lo decimos solo como argumento comprobable, el gobernador de Tarija, Adrián Esteban Oliva Alcázar, durante una visita del ministro de Economía, Luis Arce Catacora, se refirió a que el gobierno «fracasó en planificación», en «política de hidrocarburos» y que «la nacionalización fue otro fracaso, por cuyos resultados las gobernaciones, como la de Tarija pasan por situaciones álgidas no pudiendo hacer obras que beneficien al pueblo tarijeño en sus justas peticiones».
Entonces dijo «el gobierno fracasó, fracasó y fracasó, no aceptamos que usted -enrostrando al Ministro- quiera darnos lecciones de administración, su gobierno su Ministerio fracasaron en planificación».
La situación de varios otros departamentos, en plena etapa de autonomía departamental, pasan posiblemente por lo expresado por el gobernador de Tarija.
Mientras tanto, los gastos en propaganda electoral por obras que era obligación hacerlas por el Gobierno, está ocasionando un desfase en la capacidad de generación de empleo permanente y control de precios de alimentos de primera necesidad.
Quién los resolverá: ¿los municipios, los gobernadores o el Gobierno central?, «de quién es la responsabilidad de planificación ante la realidad que soporta la población boliviana».
Oliva expresó «señor Ministro quiero decir que nosotros trabajamos en base a planificación del gobierno, la causa tiene ver con la mala planificación, señor Ministro su gobierno su Ministerio, presupuestos, techos presupuestarios, fracasaron en planificación, 2015, 2016, 2017 y 2018 y usted viene a querer darnos lecciones de administración, dónde comienza la administración, quién es el que determina los techos, presupuestarios. Dirán que es problema de la renta petrolífera entonces fracasó la nacionalización, la política hidrocarburífera, el gobierno dirá que no controla los precios internacionales, que no dependen de la nacionalización, otro fracaso de este Gobierno».
Como se advierte, la actual situación política y económica de los bolivianos, no es estable.