Evo y Mesa prometen «mantener bonos, doble aguinaldo, los impuestos IVA, IT, IUE», mientras que Cárdenas y Chi ofrecen rebajarlos a la mitad, porque «el actual código tributario está destruyendo la iniciativa empresarial, generando cierre de fuentes de trabajo, mayor desocupación y la multiplicación de la economía informal». El candidato de Bolivia dijo No, está embelesado con el oriente, no dio mucha bolilla al occidente.
Todos coinciden en que «lucharán contra la corrupción, la podrida administración de justicia, narcotráfico, tráfico de influencias», etc.
Llama la atención, que utilicen slogans que no significan mucho para el elector.
Cuando falta pocos días para el verificativo de las elecciones generales, se hace notorio que tanto Juan Evo Morales Ayma como Carlos Diego Mesa Gisbert son primos interpares al ofrecer al electorado mismos planes con alguna salvedad nimia.
Víctor Hugo Cárdenas de UCS y el candidato del PDC, Chi, señalan que los actuales impuestos son «draconianos», están afectando a los empresarios de la pequeña, mediana y grande empresa, generando cierre de fuentes de trabajo.
El candidato por UCS, afirmó se rebajará a la mitad dichos impuestos y se otorgará incentivos a los jóvenes y nuevos emprendedores, liberándolos de dos a cinco años pagar impuestos.
El candidato del PDC, expresó que ante la disminución de la demanda la oferta queda estancada y por tanto los impuestos, en la realidad económica, resultan onerosos, gravitantes contra los empresarios, peor cuando se permite el ingreso de productos con aranceles aduaneros mínimos. Considera que es necesario rebajar los impuestos.
Dónde radica lo que a inmediato plazo tiene que hacerse en función de gobierno, qué es de la erradicación de la extrema pobreza, del tráfico de influencias, política exterior sin militantes como embajadores, cónsules, cómo obligarán a las transnacionales a invertir en exploración de hidrocarburos, qué sobre la demanda por el Silala, cómo preservar el litio para fines de desarrollo nacional, cuándo se pagará la deuda externa e interna, en fin una serie de planteamientos que hacen a un programa de gobierno serio, transparente, viable, consensuado.
Estamos ante una coyuntura incierta, porque como dijo Doria Medina «apoya a un determinado candidato que no tiene programa claro, que no está de acuerdo con su persona», pero que, por el mal menor, poco menos se sacrifica. A ese extremo se ha llegado, mientras los Cabildos multitudinarios demuestran que el gobierno está enceguecido del poder y la oposición no articula qué hacer post elecciones, peor si estas resultaren fraudulentas.