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miércoles, marzo 27, 2024
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¿Qué hay detrás de las construcciones irrestrictas?

¿Existirá algún estudio que justifique la construcción de edificios de más de 40 pisos en La Paz? ¿Se habrán efectuado estudios de seguridad geológica y de riesgos ambientales? El gobierno municipal de La Paz presentó un proyecto para abrogar la ordenanza de construcciones irrestrictas aprobada de una manera sospechosa, pese a que se advirtieron sobre una serie de riesgos. El Alcalde Iván Arias rechazó el proyecto y varias instituciones se pronunciaron calificando de irresponsable la aprobación de una norma de los alcances que tiene la ordenanza denominada «Ajuste Normativo de Actualización por Crecimiento y Densificación para la Administración Territorial».

La presidenta del Concejo Municipal de La Paz, Yelka Maric, también ratificó su rechazo a la norma y demandó la renuncia de los concejales que aprobaron la polémica norma. Resulta por lo menos extraño que mientras el mundo se dirige hacia una planificación de las ciudades que sea armoniosa con el medioambiente, sustentable y cuidando la salud y la vida de las personas, surja un proyecto de semejante alcance, sin contar con los estudios necesarios.

A propósito de esta situación, reproducimos parte de un análisis sobre el crecimiento de las ciudades, efectuado por UrbiPedia, el mayor archivo en Línea de Arquitectura, que califica a las ciudades como lugar de crecimiento demográfico que concentra el uso de energía y recursos, y la generación de desperdicios al punto en que los sistemas tanto artificiales como naturales se sobrecargan y las capacidades para manejarlos se ven abrumadas. Esta situación es empeorada por el rápido crecimiento demográfico de las urbes.

Los daños o costos ambientales resultantes ponen en peligro la futura productividad de las ciudades y la salud y calidad de vida de sus ciudadanos. Las ciudades se han vuelto las principales zonas rojas ambientales que requieren urgentemente de atención especial en las evaluaciones ambientales regionales y de proyecto y en la planificación y Administración ambiental a escala regional metropolitana.

Explica que los sistemas y servicios urbanos (por ejemplo, agua potable, alcantarillado, transporte público y caminos) se congestionan cada vez más debido al crecimiento demográfico, comercial e industrial, junto con una mala administración urbana. Los recursos naturales (agua, aire, bosques, minerales, tierra), vitales para el desarrollo económico de las ciudades y de futuras generaciones, se pierden o malgastan mediante políticas urbanas inapropiadas. Los recursos hidráulicos disponibles en las cercanías de las ciudades, se están acabando o degradando a tal punto que aumenta sustancialmente el costo marginal de su abastecimiento.

Las áreas urbanas se encuentran inundadas por sus propios desechos y asfixiadas por sus propias Emisiones como resultado de políticas y prácticas inadecuadas de control de la contaminación y manejo de los desechos. Los mayores riesgos de salud en muchas ciudades de los países en desarrollo, aún se encuentran ligados al tradicional problema de la eliminación de la excreta.

A menudo a escala doméstica y comunitaria, se evidencian deficiencias de infraestructura y servicios urbanos. Los habitantes, particularmente los pobres, soportan la mayoría de las condiciones del ambiente deteriorado mediante la pérdida de salud y productividad y la disminución de la calidad de vida.

Donde existen desagües, rara vez proporcionan un tratamiento de aguas residuales de las ciudades. De modo similar, la recolección y eliminación de la basura es un continuo problema para el gobierno local. Sólo la mitad de los residentes urbanos se beneficia de los servicios de recolección, y los desechos sólidos municipales recolectados acaban en basurales o sistemas de drenaje.

Otro problema que se cita en el trabajo de UrbiPedia, es la contaminación del aire interior, que en todo el Tercer Mundo es posiblemente un problema más grave y ubicuo. En el ambiente de la vivienda, una de las principales preocupaciones es la quema interior de los combustibles tradicionales, altamente contaminantes, para la cocina y calefacción, que con frecuencia resulta en el contacto diario con elevados niveles de compuestos tóxicos. Más aún en los grandes edificios.

Las ciudades inevitablemente requieren del consumo de energía y, en diversos grados, la producción de energía para su uso en el hogar, los negocios y el transporte. La escala misma del uso urbano de energía puede resultar en importantes problemas de contaminación. Los aumentos proyectados en el uso de la energía en las ciudades de los países menos desarrollados, según los pronósticos de crecimiento demográfico y económico y los patrones actuales de consumo ineficiente y elección de combustibles altamente contaminantes, presagian cada vez mayores impactos ambientales a nivel local, regional y global, y el riego de mayores accidentes.

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