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sábado, abril 20, 2024
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Renovación generacional para Gobernadores y Alcaldes

Mientras la turbulencia electoral todavía agita las aguas que dejó el proceso de las elecciones generales, en la que algunos festejan y otros protestan por los resultados, el dinamismo ciudadano muestra los aprestos para los comicios dirigidos a elegir a gobernadores y munícipes. Comenzaron los globos de ensayo sobre posibles candidatos para obtener, por lo menos, una parte de los más de 2.400 cargos electivos que entran en disputa con la convocatoria para las Elecciones del próximo 7 de marzo del 2021. El pueblo requiere de candidatos cívicos de valores generacionales, honestos, probos, para administrar la cosa pública. Ya no más candidatos de partidos políticos.

Los bolivianos tendrán la oportunidad de elegir a nueve gobernadores, 337 alcaldes, 270 asambleístas departamentales y más de 2.000 concejales para los municipios. Lo cierto es que no hay mucho tiempo para cavilaciones, ya que el presidente del Tribunal Supremo Electoral, anunció que el calendario electoral ya determinó que entre el 3 y 17 de diciembre de 2020, se realizará la inscripción de los ciudadanos que cumplen 18 años, además dijo que el padrón se abrirá para las personas que cambiaron de domicilio. Asimismo, dijo que, el 18 y 19 de diciembre, se realizará la inscripción de los candidatos a gobernadores, alcaldes, asambleístas departamentales y concejales municipales. Para el 5 de febrero de 2021, se prevé el sorteo de los jurados electorales que administrarán las mesas en el día de la votación.

En las últimas elecciones regionales hubo un inusitado esfuerzo por lograr que en las filas de los partidos figuren personas del mundo artístico y deportivo, así como damas que concursaron en certámenes de belleza. Casi todos los frentes apelaron a candidatos ajenos a su militancia, a quienes se destacaron en sus lugares de origen, aunque más con criterio de marketing que con fundamento partidario o ideológico. Esta situación generó deserciones y censuras. Fue una chacota del que se beneficiaron roscas que estuvieron por más de dos décadas, como ocurrió en la alcaldía de la ciudad de La Paz, que no permitió sea fiscalizada cada uno de sus periodos.

Como en casi todos los comicios, los tránsfugas, pese a que son despreciados por propios y extraños, están siempre a la expectativa de lograr algo en otros esquemas si no alcanzan a obtener lo que buscaban en su partido.

Las fuerzas de la oposición y del oficialismo deberían apoyar a nuevos valores que sean del colectivo Cívico.

Aunque las elecciones regionales y locales tienen diferentes características a los comicios nacionales, existen algunos aspectos en común por cuanto factores de pertenencia, comprensión de las necesidades locales, identificación y conocimiento de las personas, entre otros, son determinantes para lograr el voto

Lo que queda en claro es que una mayoría de la población boliviana está molesta con la presencia de quienes, como políticos, hacen rotación de cargos públicos, de quienes se autoproclaman como los elegidos del cielo y del averno, cuando en realidad lo que está comprendido y en la mente y conciencia de todos que es necesario, urgente, la renovación generacional de candidatos y sean de organizaciones cívicas o de los sectores independientes.

Las capitales de departamento, las provincias, requieren de ciudadanos con nuevas formas de pensar y actuar para lograr beneficios para sus habitantes, ya no es la consigna política que ofusca y desmoraliza, es la hora de que los jóvenes profesionales o dirigentes cívicos asuman la titularidad para candidatos a las Gobernaciones, Alcaldías, concejales y asambleas departamentales. Ya «no más de lo mismo», de quienes, estando inscritos en siglas políticas, al haber perdido en las elecciones generales se alistan con otras siglas políticas, lo que ya no es posible tolerar.

Los jóvenes profesionales cívicos y de organizaciones laborales, deben adoptar una posición de servicio a sus regiones. Tienen que conformar cuadros en base a sus estructuras cívicas, no espectar que los denominados «dinosaurios» sigan medrando del erario nacional, prosigan usufructuando de las canonjías del poder, muchas veces incrustados en actos de corrupción que van en contra de intereses económicos de cada departamento.

Esta vez, se trata de comprender la necesidad de conseguir una administración eficiente, leal, idónea, honesta, con obras y beneficios para todos los habitantes, que pueden hacer que las regiones se constituyan en el factor de equilibrio que necesita el país.

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