La pugna en la directiva del equipo San José de Oruro llevó a la entidad a presentarse al partido frente a Municipal Vinto con dos equipos, uno juvenil y otro profesional, en un incidente que retrasó por más de una hora el inicio de las acciones.
A este encuentro en el estadio Bicentenario de Villa Tunari, en Cochabamba, por la decimotercera jornada del torneo Apertura, que se reanudó esta semana, viajó el equipo juvenil que fue enviado por Luis Cossío, presidente del Tribunal de honor del club.
El autobús fue retenido el viernes ya que viajaban menores de edad sin la debida autorización, pero aun así logró llegar hasta el estadio.
Al encuentro también llegó el equipo profesional a la cabeza de Huáscar Antezana, a quien se le atribuye la titularidad del San José, pero para ser habilitados y poder jugar debían presentar unos carnés que en ese momento no estaban en el lugar.
Los futbolistas del equipo profesional creen que Antezana junto a su asesor legal Víctor Hugo Pérez se llevaron los carnés con la finalidad de que el equipo descienda, según afirman medios locales.
Municipal Vinto se oponía al aplazamiento del partido debido a la apretada agenda del torneo, con programación hasta el 31 de diciembre.
Más tarde, Antezana volvió a la cancha con esta documentación necesaria para que los jugadores del equipo profesional pudieran disputar el partido.
Los jugadores estaban notablemente molestos por la situación e incluso algunos llegaron hasta las lágrimas.
Con más de una hora de retraso el cuadro profesional entró al campo de juego, el partido se inició con más de una hora de retraso y terminó en una goleada de Municipal Vinto por 5-0.
No es la primera vez que en el fútbol boliviano suceden estos incidentes, pues en julio de 2018 Nacional Potosí también se presentó con dos equipos por pugnas en la dirigencia del club.
El torneo Apertura se reanudó el viernes tras casi ocho meses de parón por la pandemia de la covid-19.