Según el último monitoreo del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), hasta el 19 de abril del 2020 se registraron en Bolivia 3.368 focos de calor. Esta cifra es la más alta de la última década. La Fundación Solón hace notar que en los registros oficiales en ninguno de los años anteriores Bolivia superó esa cifra. El año pasado se registraron 2.761 incendios y el 2016 hubieron 2.538. Algunos años ni siquiera se llegó a los 1.000 focos de calor. Este es el primer año que pasamos la barrera de los 3.000 focos de calor acumulados hasta el 19 de abril.
El informe señala que el incremento de los focos de calor es extremadamente preocupante por dos razones: primero por el «ecocidio» suscitado el 2019 que afectó más de 3 millones de hectáreas de bosque, y, segundo por la emergencia sanitaria del Covid-19 y la cuarentena que ha semiparalizado las actividades económicas del país.
Los departamentos que al 19 de abril acumularon la mayor cantidad de focos de calor fueron: Santa Cruz con 2.664, Beni con 319 y Tarija con 285. Según el reporte del MMAyA, desde el 2010 al 2020 Santa Cruz encabeza la lista con la mayor cantidad de focos de calor acumulados.
Lo más funesto es que el año 2019 se efectúo desmonte de bosques y se permitió el incendio de grandes extensiones en la Chiquitania, a título de «quemas controladas», en los hechos, sobrepasó los cálculos efectuados por el ex gobierno de Morales, que mediante Decreto Supremo autorizó la quema del bosque.
Las poblaciones adyacentes a la Chiquitania denunciaron que fueron los agro industriales y ganaderos los que «solicitaron y apoyaron dicho decreto para tener acceso a nuevos sembradíos de transgénicos, pasto para ganado vacuno, del que se aprovecharon también los denominados interculturales provenientes del chapare para sembrar coca».
Hasta el momento la presidenta interina de transición Jeanine Añez, denunciaron los campesinos de la zona, no instruyó la investigación sobre dichos incendios que afectaron el ecosistema ambiental y la irreparable deforestación de extensas hectáreas y de la flora y fauna.