Vaya modo de ser de muchas personas que alentaban a tal o cual candidato, creyendo que les iban a reconocer el favor de sus movilizaciones y asistencia a cabildos, para derrocar al exmandatario Ā«dictadorĀ» Morales que tuvo que abandonar sus funciones, refugiarse en el Chapare pero ante el peligro del lugar que no era estratĆ©gico para ofrecer resistencia, tuvo que pedir asilo en primera instancia a la CancillerĆa Argentina, negado que le fue, recurriĆ³ al asilo que le ofrecĆa JosĆ© Manuel LĆ³pez Obrador, de MĆ©xico.
Hasta aquĆ la primera fase de lo que ocurriĆ³, como parte de la historia del Estado Plurinacional.
Se seƱalĆ³ el 3 de mayo para el verificativo del voto en las urnas.
Los partidos hicieron coaliciones, alianzas, intentaban encajar en alguna cuadrĆcula de su tablero a los que, con justa o ninguna causa, pedĆan ser incluidos en las listas para diputados y senadores.
No solo que el tiempo apremiaba, sino que los candidatos presidenciales no sabĆan quienes realmente habĆan sido los que apoyaban y salieron a las calles arriesgando sus vidas para enfrentarse al rĆ©gimen autoritario y estos por la vĆa pacĆfica, tuvieron que renunciar e irse como asilados y luego refugiados a otras latitudes.
Las peras no alcanzaron y como dice un refrĆ”n Ā«cuando hay higos hay amigosĀ», a falta de ellos, los que no fueron incluidos pasaron a la ofensiva, desconocieron a sus anteriores amigos, amigas y se alistaron en los contrarios, sean estos verdes, amarillos, rojos, blancos, etc.
ĀæNo habĆan acaso leĆdo sus programas de Gobierno? no estaban enterados que se debĆa constituir un nuevo gobierno patriĆ³tico al servicio de las justas causas y del bien comĆŗn?
Por las mejillas de San CristĆ³bal, el que explota plata y zinc sin pagar regalĆas al Estado, pero habrĆa entregado a los exmandatarios, deja mucho que pensar, pues los intereses personales estĆ”n por encima de la vocaciĆ³n de servicio a la patria.
Nuestros mayores, en polĆtica, en otros tiempos, posiblemente no eran los mejores, pero estĆ” claro que los del anterior rĆ©gimen se pasaron de lejos, de millares de kilĆ³metros, por la corrupciĆ³n imperante en su gestiĆ³n de 14 aƱos, que se hace visible por declaraciones de los actuales ministros.
QuĆ© mĆ”s se puede decir, los que no fueron incluidos en las listas deben esperar con paciencia que algo les llegara de oriente u occidente, asĆ sea para que juren no inmiscuirse con quienes ofrecen el oro y el moro para lograr sus objetivos.
Es que en polĆtica las peras no alcanzan para todos y punto.