Tres mineros de 19, 25 y 50 años fallecieron por inhalación de monóxido de carbono mientras desarrollaban trabajos a unos 700 metros de profundidad en una mina del Cerro Rico de Potosí, informó este miércoles el comandante de Policía de ese departamento, Juan Carlos Mercado.
En una rueda de prensa, el jefe policial indicó que el suceso se produjo a las 22.00 hora local de este martes en la mina dependiente de la cooperativa minera Villa Imperial, en un hecho que todavía se encuentra en investigación.
Mercado explicó que las labores de rescate de los trabajadores se extendieron hasta la 1.00 de la madrugada por las dificultades de acceso que se tenían y valorando la profundidad en la que se produjo el suceso.
Aunque no se brindaron detalles del hecho, el comandante subrayó las complicaciones que los trabajadores tienen en sus faenas a esa profundidad, en la que hay poco oxígeno y «las partículas de polvo» también afectan los pulmones.
En febrero pasado también se produjo la muerte de dos mineros de 22 y 41 años de en la mina potosina Encinas perteneciente a la cooperativa ComPotosí cuando una carga de tierra los sepultó mientras efectuaban trabajos en su interior.
El deceso de ambos se debió a las lesiones que sufrieron por el peso de la tierra y la imposibilidad de respirar a pesar de que algunos de sus compañeros intentaron evacuarlos a un hospital cercano.
En abril del año pasado un accidente laboral en la misma mina cobró la vida de otro trabajador de 46 años.
En Bolivia el trabajo minero se divide entre el sector administrado por el Estado conformado por sindicatos de obreros y el cooperativista compuesto por asociaciones autónomas de afiliados sin una dependencia patronal dedicados a la explotación de minerales además del sector empresarial privado.
Por lo general, las cooperativas mineras desarrollan su actividad en minas marginales con condiciones laborales mínimas con trabajadores expuestos a este tipo de accidentes y tragedias.
En el histórico Cerro Rico de Potosí la explotación de minerales se mantiene desde 1545 y fue una de las principales fuentes de ingresos de España en tiempos coloniales.