Los fenómenos naturales están generando situaciones de emergencia nacional toda vez que las lluvias provocan situaciones aflictivas y los ríos se salen de su cauce natural e inundan regiones como ocurrió en Tiquipaya (Cochabamba), Cotagaita (Potosí), Ovejuyo (La Paz), Rurrenabaque, San Borja, Riveralta, que están en situación de riesgo.
Las torrenciales lluvias provocaron, en el municipio de Catagaita, provincia Nor Chichas del departamento de Potosí, más de doscientas cincuenta viviendas destruidas, 450 afectadas y sesenta vehículos arrastrados.
En la cuenca del rio Taquiña, en Cochabamba, se advierte rebalses de lodo, ciénaga, que amenazan con nuevas tragedias de magnitud.
La Paz no quedo exenta de precipitaciones pluviales con gran intensidad, habiéndose afectado a unas cien familias con el peligro inminente de desplome de varios inmuebles en Ovejuyo.
La desgracia no es solo para quienes son víctimas de la furia de la naturaleza, sino para todos los bolivianos, por cuanto afecta al territorio nacional.
Corresponde al gobierno central, a los municipios y gobernaciones, acudir en ayuda pronta e inmediata a los damnificados, socorriéndolos con asistencia humanitaria, alimentos, vituallas, carpas, agua potable, colchones, frazadas, enviando a los sitios del desastre médicos, paramédicos, fármacos, para evitar focos de infección. De otra parte, maquinaria pesada para retirar escombros y efectuar limpieza de las zonas afectadas.
Es momento de solidaridad para con todos los afectados. Reza el refrán hoy por ellos mañana por ti.
El ministerio de defensa, debe movilizar a efectivos militares cercanos a los lugares de tragedia y particularmente a efectivos de Ingeniería Militar para que, junto a policías, comunidades, vecinos, logren planificar una rápida acción que alivie la difícil situación en la que se encuentran miles de compatriotas, sobre todo niños y adolescentes que no entienden qué pudo haber pasado para que sus pertenencias, los bienes de sus padres construidos con esfuerzo, sacrificio, se hayan derrumbado.
Cruel paradoja, se vive un ambiente de carnaval y por otra de desgracia nacional.
Es necesario que todos, bolivianos y bolivianas, aportemos a la reconstrucción de los lugares en que se vieron afectados cientos de compatriotas y podamos mitigar en algo su dolor.