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miércoles, abril 24, 2024
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Voto secreto y libre de coacciones

A una semana de las elecciones generales, el pueblo boliviano vive jornadas de atosigamiento político, en las que las diferentes fuerzas agotan esfuerzos por conseguir la preferencia del electorado. A estas alturas del proceso electoral seguramente los ciudadanos han tenido la oportunidad de poner en la balanza las virtudes y cualidades así como los deméritos, de los candidatos, porque los programas de Gobierno, pese a haber sido difundidos, pocos ciudadanos han tenido la oportunidad e interés de analizarlos, por lo que, como ocurrió en otras elecciones, el voto se decide casi por consideraciones históricas, experiencias, y valoraciones de los hechos y situaciones, que se ven impulsados o mermados por la propaganda.

Al recordarse 37 años de la recuperación del proceso democrático en el país, tanto instituciones como partidos, políticos, analistas, medios de comunicación e historiadores han valorado los logros y las frustraciones, demostrando que la democracia es el camino que ha escogido el pueblo y que debe ser protegido.

Actualmente poco se recuerda de los funestos episodios vividos por el pueblo boliviano durante los regímenes dictatoriales, los miles de presos políticos el destierro, las desapariciones forzosas y la conculcación de las libertades ciudadanas. Felizmente, desde el año 1982, han sido los ciudadanos y sus representantes elegidos democráticamente los que han conducido al país, aunque es necesario reconocer que en este lapso se han dado y se dan aciertos y errores. Desde la restauración de la democracia, el pueblo ha acudido a las urnas 50 veces para elegir a los gobernantes, alcaldes, gobernadores, parlamentarios, concejales; convocatoria a referendos y consultas ciudadanas. En todo este tiempo se han producido dislocaciones, intentos de fraude, y hasta desconocimiento de la voluntad ciudadana. Precisamente por ello es que el ciudadano debe proteger su voto, defender la participación ciudadana en la toma de dediciones y defender el proceso democrático que es la única garantía para que se respeten las prerrogativas ciudadanas.

A los políticos les gusta decir que la democracia tendrá sus defectos, pero es la mejor forma de Gobierno, sin embargo, muchas veces cuando llegan al poder son los primeros en vulnerar los principios democráticos. Han sido muchas las tentaciones de los gobernantes para acallar a los medios de comunicación, conculcar el derecho a la libre expresión del pueblo, vulnerar los derechos humanos y distorsionar la justicia poniéndola al servicio de intereses políticos. Por ello tanto los líderes del momento, así como plataformas ciudadanas, e instituciones representativas, culturales y cívicas, han hecho llamados a los ciudadanos para que defiendan y protejan el voto que debe ser secreto y libre de coacciones.

La Iglesia Católica emitió un pronunciamiento exhortando al «voto consciente» y que «todos los electores» acudan a las urnas para ejercer su deber y derecho sin ningún tipo de presión, política, social o económica. En su mensaje hace alusión a las denuncias que hace la oposición sobre el riesgo de fraude, señalando que «No podemos desconocer que acudimos a estas elecciones en un clima de desconfianza, como han manifestado públicamente muchos sectores de la población, por el temor de una posible manipulación del proceso electoral. Esta situación nos mueve a pedir que todos los electores acudan a las urnas, para ejercer su deber y su derecho, sin ninguna presión, política, social o económica. Que nadie se sienta coaccionado por actitudes intransigentes e intolerantes, como amenazas, imposición de consignas colectivas, obstáculos para el conteo de votos y promesas de prebendas», señala el pronunciamiento.

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