Wilstermann y The Strongest salieron a buscar el triunfo y se quedaron con un empate apático (1-1) la noche del domingo en el estadio Félix Capriles, de Cochabamba y con este punto pierden perspectiva de frente a la primera posición cuando el torneo Clausura llegó a la disputa de la vigésima segunda fecha.
El partido comenzó bastante agitado con la llegada de los goles dentro de los primeros diez minutos de juego. Esta dinámica transcurrió durante el primer tiempo; aunque esa fuerza se perdió en el complemento con los aviadores como los más desesperados por defender la punta. Al final, el beneficiado con este resultado fue Bolívar, que regresó a la cima con 49 puntos y una ventaja de uno ante los rojos.
En cuestión de minutos llegó el 1-0 convertido por Harold Reina con un golpe de cabeza dentro del área chica. El delantero de los atigrados se encargó de finalizar una jugada que tuvo a los defensores de un lado a otro con los rebotes y un disparo pifiado de Walter Veizaga.
La igualdad llegó a los nueve puntos por intermedio de Gilbert Álvarez, quien como siempre estuvo atento a la acción y pudo mandar la pelota hacia las redes cuando el arquero Daniel Vaca dio un rebote corto después de un tiro libre enviado por Serginho desde un costado.
El pórtico de los aviadores estuvo a punto de caer con un disparo de Ramiro Vaca que fue desviado con ambas manos por Arnaldo Giménez. Después de esa acción, el partido comenzó a perder profundidad, los equipos trataron de sacarse ese peso con remates de larga distancia que salieron desviados en su mayoría.
Para la etapa complementaria hubo dos jugadas que despertaron al público. Una acción en la cual Edward Zenteno despejó el balón a un paso de la línea de gol cuando Giménez había abandonado el pórtico para cerrar el ángulo a un contrario.
La réplica llegó en poco tiempo con una carrera que emprendió Serginho desde la mitad de la cancha, eludiendo a un rival, hasta llegar a la zona defensiva y enviar un centro al ras que fue mal conectado por Ramiro Ballivián delante del arco a los 68 minutos.
Después de esto el compromiso cayó en un ritmo intrascendente, con algunas llegadas, unas tantas más para los aviadores, que no contribuyeron a mejorar la fachada del espectáculo. Los atigrados cambiaron de velocidad, midiendo el oponente a la espera de un golpe que salga desde atrás, desde un contragolpe, que no dio resultado.
Los rojos tenían mayor presencia en el lado contrario, eso no quiso decir que tenían el encuentro bajo control y faltó la visión ofensiva de Cristian Chávez, quien desapareció por la marcación a la cual fue sometido.