La estatal boliviana YPFB valoró el anuncio de la firma brasileña Petrobras, que informó ayer que dejará de operar el gasoducto Bolivia-Brasil, al considerar que es una oportunidad para mejorar su presencia directa en el mercado del gas brasileño y no representa un contratiempo.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció en un comunicado que concurrirá a una licitación para aumentar su participación en el gasoducto Bolivia-Brasil, luego de que Petrobras anunciara la venta de acciones que posee en esta infraestructura.
El objetivo de la compañía boliviana es «incrementar su influencia en el mercado de gas brasileño».
«La posibilidad de tener mayor presencia en el mercado brasileño permitirá a YPFB encarar negociaciones para comercializar gas natural directamente con empresas distribuidoras e industrias privadas, asentadas en el sudeste brasileño, evitando la intermediación de terceros actores», explicó.
YPFB añadió que de esta forma espera ganar «en tiempos de negociación, definición de volúmenes, precios y plazos contractuales».
El gerente de Regulación y Despacho de la empresa Gas TransBoliviano, filial de YPFB, Luis Alberto Poma, indicó en el comunicado que Petrobras «deberá pagar por el transporte del gas que adquiera a Bolivia», cuando deje de participar en el gasoducto.
«La reducción en la participación accionaria de Petrobras en el gasoducto de exportación no significa que Brasil vaya a reducir los volúmenes de compra de gas a Bolivia», advirtió.
YPFB, a través de su subsidiaria YPFB Transporte, cuenta con un 12 por ciento de acciones de la Transportadora Brasileña Gasoduto Bolivia-Brasil (TBG), la compañía que lleva el gas boliviano desde la frontera de Bolivia hasta la ciudad brasileña de Sao Paulo.
Petrobras Logística tiene una participación del 51 por ciento, «porcentaje que hasta ahora le ha permitido controlar las operaciones del ducto en el lado brasileño», según YPFB.
«Para YPFB, en cambio, esta oportunidad de mercado permitiría fortalecer su plan de expansión e internacionalización a nivel continental», puntualizó el ejecutivo.
El gasoducto Bolivia-Brasil, que lleva dos décadas en funcionamiento, tiene 3.150 kilómetros, el 82 por ciento en territorio brasileño, administrado por TBG, y una capacidad de hasta 32,85 millones de metros cúbicos por día, según la estatal boliviana.
Petrobras informó este lunes de un acuerdo con el órgano antimonipolio de Brasil que permitirá la apertura del sector del gas brasileño y la venta de gran parte de sus activos en el transporte y la distribución en el país hasta 2021.
La compañía se comprometió a deshacerse del control del gasoducto Bolivia-Brasil, en un documento en el que augura «un ambiente favorable a la entrada de nuevos inversores en el sector del gas natural» en el mercado brasileño.