El Gobierno del presidente peruano, Martín Vizcarra, recibió ayer el voto de confianza del Parlamento con la expectativa de que aprobará en las próximas semanas las leyes propuestas para una reforma política contra la corrupción.
El mandatario peruano se anotó un triunfo ante el Parlamento, de mayoría opositora, al recibir, en la práctica, la promesa de que se aprobarán un conjunto de leyes para impedir que postulen condenados por la justicia, que se elimine el voto preferencial o que se supervise la financiación de las campañas políticas.
El objetivo del Ejecutivo es que las reformas estén vigentes a partir de los próximos comicios generales en 2021, en que los actuales legisladores no se podrán reelegir.
La cuestión de confianza enfrentó a los parlamentarios a la posibilidad de que Vizcarra cierre el Congreso, en el caso de que hubiera dado una segunda negativa al gobierno, lo que quedó disuelto con su voto de este miércoles.
A pesar del alivio en las tiendas oficialistas, la bancada del grupo izquierdista Nuevo Perú expresó sus dudas de que la reforma sea finalmente aprobada por la mayoría formada por Fuerza Popular, que tiene a su líder Keiko Fujimori procesada, en prisión preventiva, por lavado de activos.
«Hoy se ha dicho que sí, se ha dado la confianza, lo ha dicho una mayoría parlamentaria que ha bloqueado sistemáticamente una reforma para impedir dinero sucio, para impedir democracia interna, para impedir que la impunidad sea eliminada», afirmó la legisladora Marissa Glave.
Su compañero de bancada Richard Arce agregó que «el Congreso le habrá dado un voto de confianza al gobierno, pero no le ha dado un voto de confianza al país», pues, desde la mayoría fujimorista, ha actuado supuestamente a favor de la impunidad en los casos de corrupción.
Tras votar en el pleno contra el Gobierno, el legislador del partido Aprista, Mauricio Mulder, aclaró que «la confianza otorgada hoy no está sujeta a una interpretación posterior por parte del gobierno de que los proyectos de ley que ya presentó al Congreso tengan que aprobarse tal como vienen».
El Ejecutivo ha planteado que los proyectos de ley para la reforma política sean aprobados antes del final de la presente legislatura, que podría ser extendida hasta el 26 de julio próximo.
La bancada aprista, del fallecido expresidente Alan García, ha criticado junto a Fuerza Popular las reformas planteadas por Vizcarra y es uno de los grupos políticos implicados en el escándalo de Lava Jato, que investiga los presuntos sobornos de Odebrecht durante el segundo gobierno de García (2006-2011).
Precisamente, el exmandatario se suicidó en abril pasado cuando un fiscal acudió a su casa con una orden de detención preventiva por lavado de activos.
La fujimorista Rosa Bartra, presidenta de la Comisión de Constitución, que tiene a su cargo la aprobación de la reforma política, dijo que no daría su voto de confianza porque no desea ser «cómplice de la destrucción del sistema de frenos y contrapesos de nuestra Constitución».
«Nos pueden acusar de cualquier cosa pero no de dejar de cumplir con el deber. Honramos cada sol que percibimos demostrado en horas y horas de trabajo», respondió Bartra a las críticas de que su grupo no ha dado prioridad a las reformas y ha dado la confianza para defender sus cargos en el Legislativo.
Desde el oficialismo, el ministro de Justicia y legislador, Vicente Zeballos dijo que la determinación del Congreso ha sido respaldar el voto de confianza con las consideraciones que hizo el primer ministro durante la sustentación del pedido.
Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar escribió, en su cuenta en Twitter, «Avancemos! Por una reforma que nos ayude a recuperar la confianza·», al saludar el voto de confianza obtenido del Parlamento.
«Por una política libre de corrupción, con participación ciudadana, paridad para las mujeres y partidos sólidos», agregó el jefe del gabinete ministerial.
A su vez, Vizcarra afirmó que «el rumbo trazado continúa» y que el gabinete sigue «trabajando y poniendo como siempre #ElPerúPrimero», a través de un mensaje compartido en Twitter.