El director del hospital de la localidad paraguaya de Ñemby, Nilton Torres, confirmó este martes el fallecimiento en las últimas semanas de dos camioneros bolivianos, después de que la Cámara Departamental de Transporte de La Paz (Cadetran) denunciara la muerte de cuatro conductores de ese país en suelo paraguayo.
Torres explicó a EFE que atendieron a dos conductores «en situaciones muy similares», que padecían «varias comorbilidades».
Detalló que uno de los camioneros, de 48 años, ingresó el pasado 13 de marzo por un «cuadro probable» de accidente cerebrovascular más un infarto agudo de miocardio.
El paciente padecía igualmente otras patologías, entre ellas una obesidad mórbida «muy importante».
«La causa de su deceso fue un infarto agudo de miocardio», agregó el especialista.
Además, refirió que el otro fallecido, de 67 años, padecía una «diabetes no tratada» y tenía una «imagen tumoral en un pulmón que prácticamente abarcaba todo el lado izquierdo del tórax».
«Aparte de eso, se sumó un infarto agudo de miocardio también, que fue la causa de su deceso», señaló Torres sobre el paciente, que falleció el domingo.
El experto admitió que el calor en Paraguay, azotado hace un par de semanas por temperaturas en torno o superiores a los 40 grados centígrados en algunos lugares, pudo añadirse a la condición médica de las víctimas.
Uno de los transportadores, identificado como Mario Peña, declaró al canal ABC TV que otros dos de sus compañeros murieron «en la ruta», en territorio paraguayo.
Peña denunció que sufren estrés, las altas temperaturas y la preocupación por las deudas contraídas en su país.
De igual forma, tachó de «pésimo» y «antihigiénico» el espacio donde deben pernoctar.
Los dos conductores fallecidos en Ñemby eran parte de un grupo de 500 choferes procedentes del vecino país que desde hace 20 días intenta cargar combustible para la estatal petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Los camioneros permanecen en un predio ubicado en la localidad de San Antonio, en el departamento Central.
Consultado al respecto, el gerente general de Petróleos Paraguayos (Petropar), William Wilka, dijo a la radio ABC Cardinal que lo ocurrido «no tiene vínculo absoluto» con la estatal local, e indicó que desde hace más de cuatro meses no venden combustibles a Bolivia.
Este lunes, Cadetran se declaró en estado de emergencia a raíz de la muerte de cuatro conductores en Paraguay, que atribuyó, entre otros, a las «temperaturas extremas», la «tensión por el entorno hostil», la distancia de sus familias, lo que contribuyó «a la insuficiencia nutricional y a las deficientes condiciones de higiene».
A su turno, YPFB informó en un comunicado que «enviará una comisión para verificar las condiciones laborales en las que se encuentran los chóferes contratados por las empresas privadas que prestan el servicio de transporte de combustible».