La Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés) informó este jueves que certificó de forma presencial la destrucción de 48,5 toneladas de cocaína y marihuana decomisadas en 2023 en Bolivia, de un total de 50,15 reportadas por el país.
Los datos fueron presentados por el representante de la Unodc en Bolivia, Troels Vester, junto a la representante del organismo para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsch; el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el embajador de la Unión Europea (UE) en el país suramericano, Michael Dóczy.
El ‘Informe de validación de información sobre la destrucción de drogas ilegales incautadas en Bolivia en la gestión 2023’ fue financiado por la UE, dentro del proyecto de ‘Apoyo a la Implementación del Plan de Acción de la Estrategia contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Controladas y Control de la Expansión de Cultivos de Coca 2021-2025’ en Bolivia.
Vester destacó que se superó la meta proyectada de validación de la destrucción de drogas para el año pasado, que era de 80 %, pues se alcanzó a un acompañamiento del 97 %, que también es mayor al 87 % registrado en 2022.
El representante de la Unodc indicó que la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (Felcn) realizó 700 actos de destrucción de drogas y que el organismo estuvo presente en 469 de ellos.
La Unodc precisó en un comunicado de prensa que no participa en la destrucción de plantíos de marihuana, ni de droga líquida o cocaína líquida halladas y destruidas en las operaciones de la policía antinarcóticos, es decir, en fábricas o laboratorios de cristalización de cocaína, «por lo que estas variables no forman parte de los criterios de validación».
La semana pasada, el Gobierno informó que la Felcn decomisó el año anterior 32,93 toneladas de cocaína, entre pasta base y clorhidrato, y otras 372 toneladas de marihuana, de las que 352,8 fueron incineradas en plantaciones.
Conclusiones y preocupaciones
Vester afirmó que se pudo verificar «un cumplimiento de estándares nacionales de destrucción de drogas ilegales por parte del Ministerio Público y la Felcn».
También mencionó que los actos de destrucción de drogas se realizaron «con estándares de transparencia» con la presencia de «autoridades, prensa y observadores».
Por su parte, Welsch llamó la atención sobre el aumento de las incautaciones de drogas sintéticas en Bolivia en 2023, entre ellas, éxtasis, fentanilo y LSD.
«A nivel regional, el fenómeno de las drogas sintéticas va tomando un impulso sin precedentes, razón por la que nuestra estrategia para Latinoamérica y el Caribe prevé la investigación, monitoreo y análisis, incluidas las amenazas emergentes como las nuevas sustancias psicoactivas», sostuvo.
La preocupación por el impacto de la llegada de nuevas drogas sintéticas al país es compartida por la UE, ante lo cual, «la prevención es nuestra arma principal», expresó por su parte Dóczy.
El embajador resaltó que el bloque europeo financió el informe porque la lucha antidrogas y contra el crimen organizado «es un interés común» que comparte con Bolivia y la Unodc.
El ministro Del Castillo indicó que mediante la validación «se asegura que casi la totalidad de la droga incautada sea destruida y no sea desviada a la comisión de ningún tipo de ilícitos o actividad irregular».
Del Castillo destacó que estos informes son «muy importantes» para el país «porque validan y transparentan el trabajo» en la lucha antidrogas y expresó su deseo de lograr que la verificación alcance al 100 % de las incautaciones.