Un gran edificio ecológico e inteligente ubicado en la ciudad de Cochabamba, que demandó una inversión de $us 20 millones. Es un emprendimiento de la familia Ortiz Oporto, de la reconocida actriz cochabambina Carla Ortiz.
Este sueño, hoy vuelto realidad, se ha establecido sobre una superficie de 35.110,37 m2, y se ubica en la zona de mayor plusvalía de Cochabamba sobre la Avenida América y la calle Pantaleón Dalence.
Grandes marcas, reconocidas nacional e internacionalmente, estarán en tres niveles, distribuidas estratégicamente para ofrecer sus productos al público.
“Hemos apostado por Cochabamba y hoy abrimos nuestras puertas para proporcionar una gran experiencia no sólo a quienes vengan de compras, sino a quienes tendrán sus oficinas o sus espacios de co work”, informa Paola Ortiz, una de las fundadoras de este centro comercial empresarial.
Por su parte Carla Ortiz, otra de las creadoras, señala que el centro consta de dos torres, cada una de 15 pisos y se construyó cinco medios niveles de parqueos, comunicados a través de rampas de pendiente menor al 10%. Tres niveles en la parte sud y dos colindante a la avenida América. Subraya que se trata de un edificio eco-amigable e inteligente que destaca “nuestra cultura en los diseños arquitectónicos y otorgando así un refugio acogedor y moderno”.
Distribución
Este es el primer edificio en Cochabamba que presenta una fachada con iluminación ornamental externa, permitiendo resaltar aún más al proyecto. Tiene tres niveles con 200 Unidades Locativas, con un retail de las mejores marcas nacionales e internacionales.
Una Galería de Arte que permitirá a los artistas exponer allí su producción artística. Un nivel destinado al Paseo de Comidas, con un abanico de opciones con los mejores sabores gastronómicos al estilo exprés, además de áreas de lounge, recreación, esparcimiento y entretenimiento para niños y jóvenes.
Entre algunos restaurantes están allí Subway, Tunari Express, Gunter’s Burger, Sushi Town, Mocca Café, y Mandarina Burger. Posee un espacio de entretenimiento, y un nivel con una Terraza Gourmet denominado “El 4to.”
Encima de este Zócalo Comercial emergen las Torres Empresariales, con 11 y 10 pisos de oficinas en cada una, donde se implementan dos modelos de oficinas por pisos; el Modelo A, con una división de 7 oficinas y el Modelo B, con división de 4 oficinas.
Concepto
Los promotores buscaron generar una identidad propia al edificio, a través del amor y respeto a la cultura e historia boliviana, y su fuente de inspiración fue la cultura Tiwanakota y su iconografía fue plasmada a través de detalles en fachada, revestimientos y decoraciones vanguardistas.
“El reto principal es crear dichas estilizaciones sin que se genere una copia; logrando una arquitectura exquisitamente original, única, cálida y moderna, con una alta fusión estética, mezclando estos elementos de nuestra cultura e historia con tecnología de punta”, informan Paola y Carla Ortiz.
Añaden que en la fachada principal usaron un calado con la estilización de la cruz andina Chakana, que a través de esta y su repetición geométrica, se logra crear un elemento que corta la excesiva radiación solar y a su vez permite ingresar la luz del sol a los ambientes del Paseo de Comidas, generando también una visual hacia el exterior.
Un aspecto determinante en el proyecto es la utilización de materiales eco-amigables con certificación verde, como la fachada principal con paneles HPL metálicos calados con técnica Árabe Mashrabiya y la fachada de vidrio que ayuda a la reflexión de los rayos solares que posee una lámina PVB con aislante térmico acústico y protección UV.
Los asientos y parqueos de bicicletas adecuados en exterior fusionarán al edificio con la trama urbana, incentivando al uso de transporte amigable con el medio ambiente y dotando a la población de lugares de esparcimiento.
Sistemas
“Por la importancia que tiene el agua en nuestras vidas y la preocupación mundial por el consumo, explotación y utilización irracional del agua, es que se toma la decisión imperante de contar con un sistema de reciclaje de aguas grises y de lluvia, que alimentarán a todos y cada uno de los inodoros del edificio, así como también servirán para el riego de todas las áreas verdes y jardines verticales a través de una planta de tratamiento con separador de sólidos y tratamiento de las sustancias orgánicas”, apuntan las creadoras del Paseo Aranjuez.
Para generar un ahorro de energía sustentable, se usaron vidrios con una lámina de PVB, con aislante térmico acústico y protección UV.
Gradas mecánicas y luces de pasillos interiores que cuentan con un sensor de movimiento que permite realizar un pausado cuando no se usan.