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viernes, mayo 3, 2024
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Agua, clave para reducir la pobreza

La ONU afirma que el agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, a la salud humana y al medio ambiente.

El tema de 2019 al celebrarse el Día Internacional del Agua es «No Dejar a Nadie Atrás». Se trata de una adaptación de la promesa central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: todo el mundo debe beneficiarse del progreso de los ODS-6. Una de las metas del Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible, consiste en garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos de aquí a 2030. Por definición, eso significa no dejar a nadie atrás.

Hoy en día millones de personas viven todavía sin agua potable –en el hogar, la escuela, el lugar de trabajo, la granja, la fábrica– y luchan por sobrevivir y prosperar. A menudo, se olvida a los grupos marginados: mujeres, niños, refugiados, pueblos indígenas, personas con discapacidad y muchos otros. O bien, se los discrimina cuando intentan conseguir y gestionar el agua potable que necesitan.

Cuando hablamos de «agua potable» nos referimos al «servicio de abastecimiento gestionado de manera segura», es decir, agua a la que se puede acceder en las viviendas, cuando se necesita y que no está contaminada. La ONU en sus diferentes mensajes de los últimos años ha insistido en llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de estos recursos, e insta a compartir los problemas relacionados con el agua y tomar medidas para cambiar la situación.

La creación de un día internacional dedicado al agua fue recomendada durante en 1992, por la Conferencia sobre el Medio Ambiente. La Asamblea General de las Naciones Unidas respondió a dicha designando el 22 de marzo para dedicar una concentración global sobre la problemática del Agua. Actualmente, el cambio climático está distorsionando las respuestas de la naturaleza, y el agua dulce no es ajena a esta influencia.

Hoy más que nunca la humanidad debe preservar los ecosistemas, porque su degradación dificulta el acceso a los recursos hídricos, imprescindibles para sobrevivir y prosperar. Las soluciones naturales pueden dar respuesta a muchos de los desafíos relacionados con el agua. Queda mucho por hacer para implantar las bases ecológicas y armonizarlas con las tradicionales allí donde sea posible. Plantar bosques, reconectar los ríos con las llanuras aluviales y restaurar los humedales devolverá el equilibrio al ciclo del agua, además de mejorar la salud pública y los medios de vida.

Bolivia, debido a la deforestación perdió un millón 820.000 hectáreas de bosques por en el periodo 2000 y 2010, señaló el estudio «Mapa de deforestación de las tierras bajas y yungas de Bolivia», elaborado por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN-Bolivia). El departamento de Santa Cruz, en el este de Bolivia, es el que más impacto sufrió con 1 millón 388.903 hectáreas del total nacional, equivalentes al 76 por ciento. En el programa radial Verdades Ocultas: Los ambientalistas Arturo Revollo, Marielle Cauthin y Pablo Solón explicaron que entre 2015 y 2018 se reforestaron con plantines menos de 50.000 hectáreas en el país, mientras en ese mismo periodo se deforestaron más de 700 mil hectáreas de bosques.

Estudios científicos comprobaron los efectos inmediatos de la deforestación. Con la pérdida de los bosques se distorsiona el flujo regular del agua, que naturalmente limpia y protege de las inundaciones y la sequía. El bosque actúa a modo de esponja, que absorbe la precipitación durante las tormentas tropicales, retiene los suelos y libera agua a intervalos regulares de tiempo. Por ello la ONU hoy afirma que una gota de agua es flexible. Una gota de agua es poderosa. Una gota de agua es más necesaria que nunca.

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