Los cooperativistas auríferos de todo el país tomaron la sede de gobierno en demanda de la aprobación de una serie de normas que benefician a sus actividades, entre ellas, la creación de un impuesto único por la explotación del oro, y la otorgación de más lugares para la explotación del metal precioso. En la actualidad, una parte de estos cooperativistas ocupan inclusive áreas protegidas, y envenenan los ríos con los reactivos que utilizan, habiendo convertido a Bolivia en el país que más compras de mercurio realiza en el mundo. Naturalmente que esta demanda, que va acompañada de dinamitazos, intimidación y medidas de presión, no cae bien a la población citadina que ve muy perjudicadas sus actividades. Pero además, diversos analistas e investigadores ambientalistas deploran la actividad minera aurífera.
Los mineros también rechazan la suspensión de los trámites por la Autoridad de Jurisdicción Minera, y piden que se apruebe el proyecto de Ley del Impuesto consolidado al Oro (ICO); el Régimen Tributario del Oro, aprobación de los contratos administrativos mineros por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y la otorgación de áreas mineras en favor de las cooperativas de cinco mil cuadrículas por parte de Comibol.
El gobierno, oficialmente no se ha pronunciado, aunque llamó al diálogo a los cooperativistas para encontrar una solución concertada. Pero el presidente Luis Arce, durante los festejos de los 197 años de la creación de la Armada Boliviana, indirectamente les dijo a los mineros que dejen de contaminar. Pidió a los navales continuar la lucha contra la explotación ilegal del oro «la Armada Boliviana debe continuar ayudando a eliminar la explotación ilegal del oro, evitar la destrucción de las cuencas hídricas y otros recursos naturales que posee el país», instó el Mandatario en el acto.
Un reportaje de la Agencia de Noticias Ambientales (ANA), reveló que dragas chinas y cooperativistas devoran 43 mil hectáreas en la Amazonia en busca de oro, y que la AJAM cuadriculó el río Kaka sobre 130 kilómetros. (Ríos Beni, Mamoré, Madre de Dios). Añade que desde que llegaron a la Amazonía el 2018 –casi al mismo tiempo que los planchones colombianos– se devoraron cientos de toneladas de oro, pero van por más, son 1.722 cuadrículas -equivalentes a 43.050 hectáreas- las comprometidas para la explotación aurífera, tan solo en el río Kaka del departamento de La Paz. Las cooperativas auríferas locales se asociaron de manera ilegal con los capitales extranjeros y maquillaron sus relaciones en los últimos años bajo la figura de «contratos de prestación de servicios», según un informe de ANA.
Desde hace poco más de cinco años, cuando la AJAM admitió que las operaciones mineras en el río Kaka en el departamento de La Paz eran ilegales -tras destaparse desde la prensa las sociedades ilegales entre cooperativas locales y capitales extranjeros-, se propuso luchar contra la minería ilegal, pero no con mayor regulación y control a los operadores mineros, sino agilizando sus trámites administrativos, como respuesta a la presión de los interesados.
Para lograr cualquier acuerdo con los cooperativistas se debe tomar en cuenta el mandato de la Constitución Política del Estado, que determina la protección ambiental. Además se debe respetar el Convenio de Minamata firmado por Bolivia en la ONU, que hace un seguimiento del ciclo de vida del mercurio para ayudar a todos los países mediante la adopción de las mejores prácticas y las alternativas más seguras que ya existen. Desde restringir el acceso inicial al mercurio hasta desarrollar conocimientos y capacidades técnicas, el cumplimiento de esas metas contribuirá a reducir los riesgos para la salud y el medio ambiente a los que están expuestas las personas en todo el mundo. En octubre de 2022, el Ministerio de Salud creó la Red de Toxicología compuesta por médicos clínicos especialistas en investigación de temas de intoxicación. Los municipios que se encuentran principalmente en las riberas de los ríos Madre de Dios y Beni, se encuentran en observación y vigilancia epidemiológica constante. Se realizan estudios de la cantidad de mercurio existente en ríos aledaños, según un informe del Ministerio de Salud. Aunque no se conocen públicamente los resultados.