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viernes, abril 26, 2024
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¿Espíritu emprendedor o necesidad?

Bolivia tiene que desarrollar iniciativas que permitan diversificar la producción, salir del circuito de las materias primas, y de esta manera ofrecer a la gente oportunidades para encontrar un camino de verdadera liberación. Lo contrario condenará al pueblo boliviano a continuar bajo una dependencia que empobrece, denigra e impide el desarrollo de las potencialidades nacionales. El país debe encontrar mecanismos para crear riqueza, empleos dignos para la gente, seguridad social y dejar atrás la mono producción y las dádivas para mitigar la pobreza. Es necesario hacer realidad la industrialización y modernización con nuevos rubros de producción que hagan posible dejar la informalidad sobre la base de reglas claras.

Las revelaciones del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, sobre la baja de los ingresos nacionales, especialmente por las exportaciones del gas natural, deberían servir de alerta para toda la comunidad nacional. En una conferencia de prensa el ministro Arce reconoció que ante la baja demanda de gas natural este año por parte de los mercados de Brasil y Argentina, caerán las recaudaciones por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) por lo que es necesario que las gobernaciones y municipios busquen otros ingresos. ¿Cómo pueden obtener en forma departamental y municipal más ingresos? Solamente hay una forma tradicional: más impuestos.

El ministro que antes decía que la economía estaba «blindada» reconoció también que han bajado los ingresos por volúmenes de venta de gas «ya no de precios, que alteran los ingresos que se tiene por regalías y el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que se distribuyen; esto nos enseñará a que tanto municipios como gobernaciones deban asumir y llevar esta tarea pendiente de diversificar los ingresos departamentales y municipales y no de centrarse únicamente en regalías e IDH», dijo el ministro de acuerdo a medios de prensa. De enero a mayo de este año, la demanda externa de gas natural cayó un 30,4% respecto a igual periodo de 2018. El mercado argentino disminuyó sus importaciones del energético boliviano en un 33% y el Brasil en un 28%.

Por otra parte, organismos internacionales han mostrado a Bolivia como uno de los países con mayor informalidad y en el que el autoempleo concentra alrededor del 60 por ciento de la gente en capacidad de trabajar. Esta situación no es un secreto. La falta de empleo obliga a la gente a obtener medios de subsistencia de cualquier forma. Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), denominado «Rotación ocupacional e informalidad laboral: El caso de los trabajadores independientes en América Latina», la incidencia del empleo independiente exhibe, en general, una correlación negativa con el nivel de desarrollo del país, y este resulta ser significativamente más elevado en los países de América Latina que en los europeos, Estados Unidos y Canadá. El documento señala que en Honduras o en Bolivia este tipo de inserción laboral concentra alrededor del 60 por ciento del empleo total. Este panorama parece sugerir que la elevada incidencia del autoempleo en la región no es resultado de un mayor «espíritu emprendedor» en relación con países más desarrollados, sino un reflejo de insuficientes oportunidades de empleo asalariado.

El informe de la OIT advierte alta inestabilidad en trabajo independiente en América Latina y baja opción de avanzar al empleo formal. Según otro informe, Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, elaborado también por la OIT, más del 90% del empleo es informal en Bolivia en el sector de comercio y algunos servicios. «Con la excepción de las actividades financieras, la informalidad sigue siendo generalizada en los diversos segmentos de servicios de mercado. Por ejemplo, un promedio del 65% de los trabajadores en el comercio al por mayor y al por menor sector se emplea informalmente en algunos países. «Esta proporción varía del 22% en Costa Rica a más del 90% en el Estado Plurinacional de Bolivia, Ecuador y Nicaragua», indica el informe.

Más adelante añade que, del mismo modo, la cuota del empleo informal en los sectores de transporte, almacenamiento y comunicación varía del 10% en Uruguay a más del 90% en Bolivia y Ecuador, dice en el subtítulo La informalidad permanece generalizada, incluso entre los salarios y trabajadores asalariados y en sectores emergentes. Factores como la baja cobertura en seguridad social, inestabilidad en los ingresos y la frecuente rotación entre empleos son algunos de los principales responsables de las dificultades que tienen trabajadores independientes, pero además debe tomarse en cuenta el hecho de que el autoempleo en la región no es resultado de un mayor «espíritu emprendedor», sino un reflejo de insuficientes oportunidades de empleo asalariado.

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