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domingo, abril 28, 2024
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Guerra de la basura

El bien común es aquel que corresponde a todos y puede ser utilizado por todos, por ejemplo, el aire, el agua de lluvia, los espacios públicos, así como otros bienes abstractos, como el medio ambiente. A partir de esta idea, el concepto de bien común se utiliza con distintos matices o alcances en diferentes ámbitos. Los bienes comunes son compartidos por los integrantes de una sociedad, quienes se benefician de ellos o del servicio que ofrecen. El bien común, en este sentido, también es un fin de la sociedad. El Estado, como órgano rector, tiene que proteger y promover el bien común ya que éste redunda en beneficios para los habitantes.

Las condiciones sociales que garantizan la libertad, la justicia y la paz y el reparto equitativo de los bienes materiales esenciales forman parte del bien común. El bien común es indivisible y solo puede alcanzarse e incrementarse a partir de la colaboración de los diversos miembros de la comunidad, y son las autoridades nacionales, departamentales, comunales y otras, las encargadas de hacer prevalecer el bien común.

Algunas veces, al calor de las divergencias políticas se pasa por encima del bien común, sin pensar en la comunidad, como parece suceder con el problema de la basura, que provoca encontronazos entre el gobierno central, el departamental y las municipalidades.

La ciudad de La Paz en este momento sufre las consecuencias de esta actitud y de una conspiración contra la salud de la población, el medioambiente y los derechos ciudadanos. El problema de la basura es común a todas las grandes urbes y solamente es posible encontrar soluciones pensando en el bien común y no en los intereses políticos de sacar ventajas o perjudicar al adversario circunstancial. Hoy el problema es de la ciudad de La Paz, a la que se bloquea y acorrala impidiendo que los centenares de toneladas de basura que diariamente evacua la ciudad puedan ser llevados a los rellenos sanitarios. Tampoco se autoriza o se encuentra lugares con condiciones adecuadas para llevar la basura.
Según informe del alcalde del municipio de Achocalla, Dámaso Ninaja, determinó condicionar la extensión del uso del relleno sanitario de Alpacoma (por dos meses más), a que primero se efectúa un depósito bancario para la realización de una auditoría ambiental y a la entrega de un plan de cierre del botadero. Si en siete días no se cumple con esta condición, nuevamente La Paz no tendrá dónde depositar la basura. Simultáneamente se negó la posibilidad de establecer un relleno sanitario en alto Patapampa. Mientras tanto, la Alcaldía de La Paz ha convocado a la Gobernación Departamental y al Gobierno Central a encarar un proceso conjunto para la definición del lugar donde se emplazará no solo el nuevo relleno sanitario, sino además la planta de tratamiento de basura con miras a su industrialización, objetivo que no se cumplió hasta el momento y que siempre se ofreció. Ojalá que prime el sentido común y se logre concertar una solución.

El problema de la basura constituye un tema cada vez más complejo, no solamente por la magnitud de los desperdicios con el crecimiento de las ciudades, sino porque en su tratamiento intervienen criterios técnicos especializados, a la vez de compromisos políticos, medioambientales y de salubridad. Hoy el problema es la ciudad de La Paz, pero mañana puede ser cualquier otra ciudad, ya que se trata de un tema nacional altamente sensible. El crecimiento de las ciudades ha sobrepasado las capacidades de los botaderos y los rellenos sanitarios. En el eje central del país, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz tienen similares problemas y se debe batallar contra los nuevos asentamientos que se produjeron en inmediaciones de las zonas que hace muchos años se destinaron para depositar la basura.

Alpacoma en La Paz, K’ara K’ara en Cochabamba y Normandía en Santa Cruz son los rellenos sanitarios más grandes del país, y pueden considerarse focos de graves problemas de salud, sociales y políticos a corto plazo, ya que son susceptibles de manipulación política, provocando tensiones que pueden derivar en enfrentamientos.

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