El encuentro de tres generaciones de mujeres afrobolivianas y la posibilidad de contar en primera persona sus historias y los cambios en la comunidad de TocaƱa son parte del tejido antropolĆ³gico que se expone en una muestra en el museo de esa localidad en la zona subtropical de Los Yungas de La Paz.
Las protagonistas viven a unos 100 kilĆ³metros de La Paz, en un cerro a mĆ”s de 1.300 metros de altitud con un paisaje verde y exuberante y un clima cĆ”lido que se siente tras el descenso desde la cordillera que se atraviesa para llegar a Los Yungas.
Medio centenar de mujeres de 14 a 60 aƱos abrieron sus corazones y brazos a las antropĆ³logas Varinia Oros y MarĆa Soledad FernĆ”ndez para confiarles sus historias para el proyecto que plasmĆ³ el trabajo de al menos cuatro meses en la muestra audiovisual Ā«Mapas de Vida. GenealogĆas e historias de vida de Mujeres de TocaƱa-CoroicoĀ».
Ā«Hemos hecho un tejido de historias (ā¦) Es una historia en una sola voz, en primera voz, donde cuentan esta cotidianidad a la que no siempre damos importanciaĀ», manifestĆ³ Oros, mientras que FernĆ”ndez destacĆ³ la Ā«complicidadĀ» surgida en los talleres en los que ambas recogieron testimonios, sentires y vivencias de las afrobolivianas.
Voces protagĆ³nicas
Ā«Antiguamente estĆ”bamos rezagadas, tenĆamos miedo a expresarnosĀ», comentĆ³ a Efe Susana Zabala, una de las Ā«tĆasĀ», como llaman a las mujeres mayores en la comunidad, que protagoniza la exposiciĆ³n.
La tĆa Susana recordĆ³ que los padres solĆan decir que Ā«las mujercitas no tenĆan que estudiar, solamente son para cocinar, atender a los hermanitos y ayudar a la mamĆ”Ā», por lo que muchas de ellas no pasaron del tercero de primaria.
Con el paso del tiempo, Susana pudo realizar otras actividades y estĆ” convencida de que Ā«nunca es tarde para formarse y seguir aprendiendoĀ». Y a sus 63 aƱos cuenta orgullosa que es promotora comunitaria contra la violencia.
Para las mujeres fue Ā«una gran sorpresaĀ» el proyecto de Oros y FernĆ”ndez, al haberse criado con la recomendaciĆ³n de sus padres de que no hablen sobre sus vidas.
Al entrar en confianza, compartieron sus vivencias, pudieron escucharse mutuamente y las mĆ”s jĆ³venes conocieron algunas costumbres que se estĆ”n perdiendo.
Como la de construir con paja las carpas para resguardar del sol a los bebƩs mientras las mujeres trabajan en las plantaciones de hoja de coca, que junto al cafƩ es uno de los productos insignia de Los Yungas.
Ā«Ahora ha cambiado bastante porque la carpa ya no es de paja, es de calaminaĀ» y el aguayo, el tejido andino usado para cargar a los bebĆ©s fue sustituido por telas estampadas, explicĆ³ a Efe Tania Zabala, de 27 aƱos.
Los cambios tambiĆ©n se ven en la vestimenta, pues mientras las niƱas y jĆ³venes llevan ropa y peinados modernos, las tĆas conservan las polleras, sombrero bombĆn y blusas caracterĆsticas de las aimaras bolivianas, y recogen sus cabellos ensortijados en dos trenzas cortas.
Ā«Antes vivĆamos con nuestros papĆ”s. CarecĆamos de educaciĆ³n, las vestimentas, el alimento era mucho mĆ”s escaso que ahora que hay mucha mĆ”s oportunidadĀ», mencionĆ³ a Efe Rita Zabala, de 33 aƱos.
Las mayores conocen cĆ³mo era la vida en la comunidad, pero las mĆ”s jĆ³venes no, por lo que es necesario recordar para Ā«valorar muchas cosas que ahora tenemosĀ», opinĆ³.
La muestra
Con una combinaciĆ³n de fotografĆas y textos impresos, la muestra sintetiza en una sola todas las historias y narra aspectos como la comunidad, la escuela, la vida en familia, la juventud, la crianza, la cocina o las danzas tĆpicas como la alegre saya afroboliviana y la zemba, entre otros.
TambiĆ©n incluye un video con los testimonios y un mapa corporal que describe los rasgos que las afrobolivianas destacan en sĆ mismas, como el cabello ensortijado, el color de sus pieles o sus habilidades manuales.
Al ver la exposiciĆ³n, las mujeres se mostraron contentas y agradecidas porque Ā«las seƱoras especialmente estaban abajo, no tenĆamos voces, tenĆamos vergĆ¼enza, tenĆamos miedoĀ», afirmĆ³ la tĆa Segundina Medina.
Ā«Pero desde el momento que ha llegado este proyecto nos hemos reunido en esta sala y nos hemos dado cuenta de que las mujeres tenemos voz, podemos salir adelanteĀ», sostuvo.
La tĆa Susana espera que el proyecto no termine ahĆ y que Ā«ojalĆ” con la ayuda de estos expertos podamos seguir adelante, seguir trabajando, ayudando tambiĆ©n y compartiendo nuestra sabidurĆaĀ».
El proyecto fue respaldado por el Fondo Suizo de Apoyo a la Cultura de la Embajada Suiza en Bolivia que ejecuta la organizaciĆ³n Solidar Suiza, la AsociaciĆ³n Aguayo y el Centro de InterpretaciĆ³n Cultural Afroboliviano TocaƱa.
La muestra estarƔ en TocaƱa hasta concluir octubre, en noviembre irƔ a la localidad vecina de Coroico y a fines de ese mes llegarƔ a La Paz.