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martes, mayo 14, 2024
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Ante la pandemia cementerios colapsarán

Los pocos hospitales adaptados para la actual emergencia, la carencia de equipo médico y personal especializado, son los principales problemas que enfrenta el país, ante la asechanza del coronavirus que amenaza con infectar a 100 mil personas y ocasionar centenares de muertos, según estimaciones oficiales.

Frente a esta realidad se pone en evidencia la imposibilidad del gobierno de responder a la emergencia con inmediatez; los médicos carecen de lo elemental y afrontan bajas entre sus colegas; el temor ciudadano se acrecienta ante la pandemia y la irresponsable contienda de los políticos que blanden el coronavirus como causa, corrupción, lucro y arma para la confrontación.

Lo peor es que la falta de hospitales y equipos médicos especializados, no es por falta de recursos económicos, ya que el gobierno del MAS disponía de mil millones de dólares para hospitales que los obtuvo hipotecando al país con bonos colocados ante inversores extranjeros, con el pretexto de construir centros hospitalarios de tercer y cuarto nivel que no se concretaron.

Además, dejó al país con la deuda externa más grande de la historia, pese a que en su gestión -gracias al gas- Bolivia recibió más de 40 mil millones de dólares, que, según expresidentes de YPFB, Morales los malgastó, al igual que los ingresos por impuestos y exportaciones de otros rubros, que suman una cantidad aun mayor que lo recaudado por el gas natural.

Recordemos que el año 2019 el MAS arrancó su campaña electoral utilizando como plataforma la salud gratuita para todos, creando el Seguro Médico Universal, que finalmente ni fue seguro menos universal, se quedó en el SUS que no funciona, para lo cual dijo se destinó dos mil millones de dólares, anunciados en su campaña. El 15 de febrero del año pasado el Ministerio de Salud informó, mediante su unidad de comunicación, que se aprobó el Decreto Supremo Nº 3796 que destina 30 millones de dólares para fortalecer a hospitales de tercer nivel, con miras al inició del SUS. Del monto total, 24 millones de dólares debían ser destinados al equipamiento y 6 millones para infraestructura hospitalaria. Todo fue demagogia. El informe señalaba además que «esta inversión es muy aparte del Plan de Hospitales para Bolivia que llega con un presupuesto de 2 mil millones de dólares». Sin embargo, indicaron, que solamente se destinaron 300 millones para iniciar el SUS, y se negoció la colocación de bonos soberanos con cargo al Tesoro General del Estado por mil millones de dólares, supuestamente para financiar la construcción de nosocomios en todo el país. Toda una utopía, nada real, no existen los hospitales ni lo que se anunciaba en spots, jingles, propagandísticos.

¿Dónde están esos hospitales? ¿Qué se hizo con esos dos mil 300 millones de dólares? Lamentablemente no existe alguien que en cumplimiento de su deber institucional investigue el manejo económico del gobierno de Morales, y se pueda establecer qué hizo con todo el dinero que administró durante 14 años.

El gobierno de Jeanine Añez ha defraudado las esperanzas de millones de personas, ningún proceso, de las 38 denuncias que dijo haberse presentado contra servidores públicos durante el gobierno de Morales, ni siquiera pasaron ante jueces de grado, lo que demuestra que algo denigrante ocurrió y que los bolivianos fueron objeto de burla por las promesas de que se iba a sentar precedente contra los que durante catorce años habían usufructuado del poder.

En algún momento tendrán que rendir cuentas de sus actos no solo los que cogobernaron con el MAS, sino los organismos fiscalizadores, que son la Asamblea Legislativa y la Contraloría General del Estado. Al incumplir su deber, sus directivos, autoridades y parlamentarios, tendrán que ser sometidos a la justicia ordinaria.

La salud y la vida de muchos ciudadanos están en riesgo mientras los responsables de la irresponsabilidad y deshonestidad, hostigan al pueblo boliviano desde la impunidad.

La situación actual es tan grave, que el jefe nacional de la Unidad de Epidemiología del Ministerio de Salud, Virgilio Prieto, afirmó que si el país llega a los 100 mil casos «no van a alcanzar los servicios de salud, ni los cementerios, ni las funerarias». «Es increíble que en nuestro país (…) se pueda apedrear y sacar a nuestros colegas de los servicios de salud…».

Más que el coronavirus duele, seguramente al pueblo boliviano, que se lo haya engañado. cogobernando con quienes tenían que estar en el banquillo del acusado.

En fin, quizá en las elecciones los jóvenes se hagan sentir y exijan su derecho no solo como electores sino como elegidos que es lo que manda la Constituido Política del Estado.

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