Los sindicatos y organizaciones sociales afines al presidente de Bolivia, Evo Morales, apuntaron ayer a menonitas y brasileños como los responsables de los desmontes de terrenos en las zonas afectadas por los incendios en la Chiquitania boliviana, en el este del país.
Morales y los dirigentes de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), que agrupa a esas organizaciones y a la Central Obrera Boliviana (COB), se reunieron ayer en La Paz para evaluar la situación frente a los incendios que se registran desde hace un mes en la Chiquitania, en la región oriental de Santa Cruz.
«Denunciamos que la extranjerización de la tierra, en manos de menonitas y brasileños, es la que ha traído esa lógica industrial que hoy provoca el desmonte a costa de la vida», señala un pronunciamiento leído por los representantes de la Conalcam tras la reunión con el gobernante.
Además, manifestaron que «los intentos de culpar» a los campesinos «solamente ocultan que más del 90 por ciento de las tierras en desmonte en el país terminan en manos empresariales y no de comunidades».
También responsabilizaron a la «derecha» por supuestamente hacer «renacer» el racismo en Santa Cruz culpando a los campesinos por los desmontes en esa región, que ha perdido centenares de miles de hectáreas a causa de los incendios que se agravaron hace un mes y que siguen latentes.
«Planteamos luchar contra las visiones depredadoras del capitalismo que miran la vida como mercancía, que hoy están provocando esta crisis ambiental que ha generado estos focos de calor en Latinoamérica», se lee en el pronunciamiento.
Los representantes convocaron a las comunidades campesinas afectadas a participar en una concentración este domingo en la localidad cruceña de Roboré, una de las primeras regiones en sentir el golpe del fuego, para sacar un manifiesto internacional en defensa de la Madre Tierra.
«Nosotros nos debemos a la Madre Tierra porque recibimos todas sus bondades y en ese entendido ahora es nuestra obligación de preservar nuestra riqueza», señaló el dirigente de la COB, el minero Juan Carlos Huarachi.
Los incendios en la Chiquitania, una región de transición entre el Chaco y la Amazonía, superan las 700.000 hectáreas según las autoridades nacionales, aunque instancias como la Gobernación de Santa Cruz han asegurado que el desastre afectó a más de un millón.
El presidente Morales determinó una pausa ecológica en la zona afectada donde no se permitirá quemas ni asentamientos, aunque la medida es temporal.
El Gobierno de Bolivia y varios organismos internacionales acordaron el lunes realizar un plan enfocado en la prevención, acción y recuperación contra incendios.