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jueves, mayo 9, 2024
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Congreso masista agrava la tensión política

El congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) realizado en Lauca Ñ, Chapare, reducto de los cocaleros, determinó la expulsión del presidente Luis Arce Catacora, del vicepresidente David Choquehuanca, ministros, legisladores y de todos los renovadores masistas. Además, proclamó a Evo Morales como candidato único de esa fuerza política para las próximas elecciones, en una decisión que sin duda ocasionará problemas que no solamente tocan al oficialismo, sino, a la normalidad de las actividades en el país. Efectivamente, las decisiones y la forma como se realizó el congreso masista, serán analizadas por la Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que debe considerar el recurso extraordinario de revisión interpuesto por organizaciones sociales. De considerarse ilegal el cónclave, este hecho podría llegar al Tribunal Constitucional Plurinacional.

Inclusive se advierte de otros recursos que pueden ir más allá de la vía de la justicia electoral, según dirigentes ala arcista. El Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde) presenció la realización del congreso, y efectuará un informe que será analizado por el TSE. Pocas veces los problemas internos en una partido o fuerza política, trascienden a las actividades nacionales, pero la actual crisis del MAS, efectivamente, afecta casi todo el andamiaje nacional, distrae a las autoridades de atender los grandes problemas nacionales, como la crisis económica, el estancamiento del sistema judicial, el desquiciamiento en la lucha contra el narcotráfico y centenares de problemas nacionales, departamentales, regionales y de los municipios, que quedan postergados por los líos de un partido político. Pero, sin duda, lo que pasa en esa agrupación, enreda los asuntos de la sociedad. Ocurrió ya en el pasado con otras fuerzas políticas, y ahora se está manifestando en la coyuntura actual, dando pautas sobre la forma como nacen, crecen, se empoderan y se dividen, y hasta extinguen las agrupaciones políticas debido a sus errores, contradicciones o cambios en las condiciones y perspectivas del país.

Los dirigentes de los partidos tradicionales al comenzar el nuevo siglo, mantuvieron sus prácticas reñidas con la ética, y se alejaron de los intereses nacionales, decepcionando a la ciudadanía y se ganaron el repudio general. En esas circunstancias críticas, el Movimiento Al Socialismo (MAS) aprovechó el vacío político, y alcanzó el poder, como fuerza que surgía con el descontento general. Logró la aceptación de la mayoría de la población, y la gente creyó que había una nueva oportunidad. Pero con el poder se corrompió el proceso, se traicionaron los principios, y de las promesas de «cero corrupción» se pasó a convertir país en el escenario propicio para la desenfreno, la destrucción de la institucionalidad y el desmantelamiento de los principios fundamentales en el sistema judicial. Esa fuerza política, que logró tener por primera vez en el país una mayoría absoluta en el parlamento, ahora se ve dividida en por lo menos tres frentes que parecen irreconciliables. El ala oficialista que lidera el presidente Luis Arce, el sector cocalero que domina Evo Morales, y un grupo de radicales que ven impotentes cómo se destruye lo que llamaron el instrumento político de los trabajadores, campesinos e intelectuales de izquierda.

Para los oficialistas, se convocó a un congreso del MAS en Lauca Ñ, Chapare, con el fin de reelegir como jefe a Morales, quien antes ya se había proclamado candidato para las elecciones de 2025, pasando por encima de la ley electoral que prevé que los candidatos deben ser elegidos en «primarias», que son elecciones internas de las agrupaciones políticas. Pero, simultáneamente, se realizó un ampliado de emergencia de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIOB), que determinó desconocer el congreso del MAS que se realiza en Lauca Ñ por ser «ilegal» e «ilegítimo», según publicaciones de medios afines al oficialismo. «Hacemos responsable a Evo Morales y su entorno, exministros, de cualquier fractura y división en la estructura sindical orgánica de la gloriosa familia intercultural de Bolivia», dice uno de los puntos de la resolución de los interculturales, que además, ratificó por unanimidad lo que califica como «el gran cabildo del 17 de octubre en la ciudad de El Alto, por lo que convocó a toda su estructura sindical nacional con el fin de definir la reconducción, reorganización y reestructuración del instrumento político y el proceso de cambio», dice la publicación.

El ampliado de emergencia contó con la participación del presidente Arce, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, organizaciones sociales, además de legisladores del MAS. Fue inaugurado paralelamente al congreso en Lauca Ñ, que es cuestionado debido a la restricción en la representación de los fundadores de ese instrumento político como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), CSCIOB y la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia «Bartolina Sisa» señala la publicación. La agencia de noticias estatal ABI, a su vez publicó que el presidente Luis Arce afirmó que el congreso convocado por el ala «evista» en Lauca Ñ, no refleja la verdadera composición del MAS-IPSP y no toma en cuenta el carácter fundacional de las organizaciones sociales.

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