Más de mil 500 comunidades están afectadas por la prolongada sequía en el país, y hay más de 200 mil familias damnificadas, además de perjuicios en la agricultura, ganadería, y los servicios, especialmente de agua potable y la salud de la población. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que se reportó que la sequía afectó a seis departamentos y que 48 municipios se han declarado en emergencia. A ello se suman elevadas temperaturas por encima de lo normal, y es evidente que se ha retrasado la época de lluvias, que tradicionalmente por esta estación, ya tenía los campos regados dando la bienvenida a la primavera.
Pero la sequía continúa golpeando a una gran parte del territorio boliviano y hasta el momento quedaron afectadas 206.811 familias, según los informes oficiales. En La Paz son 101.569 familias; en Cochabamba, 28.501; en Oruro, 25.549; y en Chuquisaca, 51.192. Entre los departamentos que sufren por la sequía está La Paz, Santa Cruz, Potosí, Cochabamba, Oruro y Chuquisaca, estos últimos tres ya declararon emergencia departamental. Asimismo, el ministro de Defensa informó que 48 municipios ya se declararon en situación de desastre. Hay más de 10.200 hectáreas dañadas, de las cuáles la mayoría están en La Paz y Cochabamba. Finalmente precisó que, por la falta de acceso al agua, un total de 131.372 cabezas de ganado están afectadas.
A esta situación, ya difícil, se suman los incendios forestales y el descontrol por chaqueos. En lo que va del año, los incendios forestales afectaron 1.026.578 hectáreas en todo el país. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que, hasta el 26 de septiembre de este año, se registraron 1.600 focos de calor en el país. Beni es el departamento más afectado, con un total de 809 focos de calor. Le sigue Santa Cruz con 560. Ambos concentran el 85% de los focos de calor. La Paz tiene 164; Pando, 74; Cochabamba, 20 y Tarija, 5. Novillo detalló que este año las hectáreas afectadas por incendios subieron a 1.026.578. varias ciudades sufren por el humo que dejan los incendios y chaqueos, entre ellas las ciudades de La Paz y Santa Cruz. El municipio paceño recomendó a la población utilizar barbijos debido a la alta contaminación que está por encima de lo tolerable por el ser humano.
Y los pronósticos sobre el clima por el momento no señalaron con precisión hasta cuándo se prolongará la sequía. En todo caso, por el momento, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), registró récords de temperaturas elevadas en Cobija (Pando) y Magdalena y San Joaquín (Beni). El municipio de Cobija llegó a los 39,8°C el domingo 24 de septiembre. Históricamente, la ciudad registró 39,5°C en 2010. En la localidad de Magdalena se registraron 40,3°C el lunes 25 de septiembre, temperatura que superó el récord de 2010, de 39,9°C. En San Joaquín se registraron 40,2°C el 25 de septiembre, mientras que el dato histórico alcanzó los 40,1°C en 2009.
Se prevé que las temperaturas elevadas se reporten hasta finales de octubre con un promedio de 40°C. Mientras que, en noviembre, las temperaturas se normalizarían y se prevé el inicio de la época húmeda. Se aclaró que el país no sufre una ola de calor, pero sí un «ascenso de temperaturas» que afectó a más de siete regiones del país.
La situación medioambiental de Bolivia es realmente preocupante. Ya anteriormente recordamos que el análisis de imágenes satelitales muestra que Bolivia pasó de tener 63 millones de hectáreas de bosque en 1985 a 55 millones de hectáreas en 2022. La información evaluada por la Fundación Amigos de la Naturaleza muestra también un retroceso del 56 % de los glaciares. En los últimos dos años, entre 2020 y 2022, Bolivia perdió 800 mil hectáreas de bosque.
A ello se suma la minería que no cumple con las recomendaciones ambientales, la explotación irracional del oro que se ha convertido en la peor agresión a la naturaleza de los últimos años, la incursión de carreteras hacia las zonas protegidas y parques naturales, el deshielo de las cordilleras que en el pasado eran coronadas por «nieves eternas», disminuye los caudales de agua para las ciudades. A ello se suma la sequía que ha afectado a más de 27.000 familias y 5.900 hectáreas en todo el país. Lo peor es que se hacen declaraciones de amor a la Pachamama, pero se actúa contra ella. Se ha llegado a decir que la necesidad de proteger el medioambiente era un pretexto del capitalismo. Es necesario que, de una vez por todas, que el gobierno tome en serio el cambio climático y adopte medidas efectivas para proteger a la madre tierra y el futuro del país. Los discursos y arengas ya nadie los cree. Es necesario que se tomen acciones concretas para sumarse a la lucha contra el calentamiento global y se definan políticas energéticas acordes con la realidad.