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viernes, abril 26, 2024
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Crisis y difícil reactivación de empresas privadas

El anterior gobierno demagogo de tinte socialista señalaba que la situación económica en Bolivia era incomparable frente a la economía de otros países sobre todo vecinos.

Para ganar adeptos otorgaba bonos y decretaba feriado por y para todo acontecimiento político partidario.

No entendió que la globalización de los mercados internacionales afectaría con mayor impacto la economía de los países subdesarrollados de esta parte del Continente, con más fuerza que a los países de Europa y de otras latitudes.

No es un fenómeno que afecta solo a la región sino también a las grandes potencias.

En Bolivia las pocas fuentes de trabajo privadas, en comparación a las de otras naciones, soportaron estoicamente la engañosa política populista que damnificó a la producción nacional y a las pequeñas, medianas y grandes empresas.

Hemos ingresado a una etapa de proceso inflacionario, mucho más en los rubros que importan insumos del exterior, la situación se torna cada día muy delicado.

Varios empresarios se dan modos para intentar que las fuentes de empleo sobrevivan esperanzados en que se podría reactivar la producción nacional y haya garantías constitucionales eficaces para inversiones.

Muchos trabajadores comprenden la realidad que atraviesan sus fuentes de trabajo y se muestran solidarios con las estrategias que se adopta para no cerrar fuentes de empleo.

La política criolla ha ocasionado abismales favoritismos, por ejemplo, en el rubro de medios de comunicación impresos, la exministra de Comunicación del Gobierno de transición, Roxana Lizárraga, con documentación en mano, demostró que algunos medios recibieron más de 40 millones de bolivianos por publicidad, mientras que, a otras empresas, como la nuestra, no se les dio ni una publicidad.

Los emprendedores tienen confianza y sobre todo esperanza en que la situación mejorará, pero visto los últimos acontecimientos -desgraciadamente políticos-, todo el aparato productivo queda perjudicado y la administración pública de burocrática pasó a total desatención por el cambio de ministros, administradores, etc.

Estamos en el limbo, no quieren entender (los politiqueros que han hecho del servicio público su modus vivendi), que los empresarios privados son los que más fuentes de trabajo crearon y que por la falta de garantías se ven en la necesidad de reducir personal, activar estrategias comerciales, para proseguir dando trabajo pese a que las fuentes de ingreso cayeron en forma piramidal, vertical.

Ingresamos en la vorágine en la que el ejército de desocupados de la administración pública incidirá en la administración privada.

Estamos en crisis todos, ¿quién puede afirmar lo contrario cuando los insumos que se importan han subido a precios exorbitantes y la prestación de servicios de la misma forma? Es preocupante.

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