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viernes, abril 26, 2024
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En Bolivia hubo 20.534 accidentes de tránsito, 1.308 fallecidos y 15.070 heridos

Bolivia tiene el mayor índice de muertes por accidente per cápita en América Latina, junto a Brasil. En nuestro país mueren al año 23,2 personas por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio latinoamericano es de 15,9. Este es un tema que conmueve, desgraciadamente, solo el momento de un siniestro, pero poco se hace para buscar soluciones locales y mucho menos en el plano regional. De todas maneras, ahora gracias a una iniciativa de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) se analizará esta situación en busca de políticas que lleven a mitigar este tipo de tragedias.

El representante de la CAN, Jorge Hernando Pedraza, aportó datos de 2019 sobre accidentes, señalando que en la región se registraron 325.000 casos que dejaron 135.834 personas heridas y 13.424 fallecidas. En Bolivia se registraron 20.534 accidentes en 2019, que dejaron 15.070 heridos y 1.308 fallecidos. Según investigaciones de la Organización Mundial de la Salud, Bolivia y Brasil tienen la mayor cantidad de muertes por accidente per cápita en Latinoamérica.

Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, con datos de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS), en Bolivia, durante el 2019, se registraron un total de 9.135 siniestros, es decir, 25 por día, lo que representa casi uno cada hora.

El documento del BID señala que el índice de siniestralidad de tránsito en Bolivia es «alarmante», no sólo por la cantidad de hechos que se producen a diario, la mayoría por «fallas humanas» que pudieron prevenirse, sino por las consecuencias de estos, la cantidad de víctimas que dejan: personas fallecidas y con lesiones graves o menores. Este documento da cuenta que 1.420 personas promedio mueren cada año en accidentes automovilísticos en Bolivia, según los datos expuestos el año pasado en un taller organizado por la Dirección Nacional de Tránsito y el BID. Es cierto que un buen porcentaje de los accidentes se deben a la falta de buenos caminos, o las llamadas fallas técnicas, pero debemos reconocer que la mayor parte tiene como causa «el factor humano». El conductor -y en muchos casos el peatón- no respetan las normas de tránsito. Muchas personas que conducen desconocen lo que dice el Código de Tránsito. Otros no cumplen con los trabajos de mantenimiento de su vehículo, pero logran pasar las inspecciones técnicas, que anualmente lleva a cabo Tránsito.

Por otra parte, tenemos un Código de Tránsito que debe ser modernizado, tomando en cuenta los avances que vive el mundo y previendo sanciones drásticas para quienes por imprudencia o negligencia al manejar su vehículo causen la muerte de terceros. El diario transitar por las calles de diferentes ciudades, permite ver, todos los días, que son pocos los que respetan las normas de tránsito. Se dan casos extremos en que las infracciones son cometidas en inmediaciones de las oficinas de Tránsito. Si esto ocurre en las ciudades, ya podemos imaginarnos lo que pasa en las carreteras, donde la llamada patrulla caminera brilla por su ausencia. Otro detalle, aparentemente poco significativo, es que, con escasas excepciones, no se ve a los agentes de tránsito haciendo su labor en las calles de las ciudades. En la sede de gobierno han desaparecido los agentes que en el pasado controlaban el tráfico. Éstos se hacen visibles en épocas de alguna festividad, como las de fin de año o carnavales.

Hace algunos años, la Policía Nacional perdió control sobre la unidad de Identificación, porque no supieron actualizarse y responder a los requerimientos de los usuarios de este servicio. Si ahora, no hace lo necesario para mejorar el trabajo de la Unidad de Tránsito, no faltará quien sugiera que este servicio pase a otra organización, que tenga la autoridad necesaria no solo para poner orden en el tráfico en los centros urbanos, sino especialmente en las carreteras. Por otra parte, la impunidad de los choferes del transporte público ha sobrepasado toda tolerancia. Hay choferes de radiotaxis que se precian de trabajar 24 horas continuas, o interdepartamentales que van sin relevo de La Paz a Santa Cruz. Necesitamos autoridades de Tránsito que, velando por la vida de los pasajeros, peatones y los propios choferes, hagan cumplir el Código de Tránsito y quiten a Bolivia del lugar que ahora tiene, como el país con la mayor cantidad de muertes por accidente per cápita de toda la región.

El secretario general de la Comunidad Andina Jorge Hernando Pedraza, presentó un proyecto de seguridad vial denominado «Por las vidas de la CAN», que prevé realizar conversatorios en los cuatro países miembros de ese organismo para socializar medidas de prevención de accidentes viales. El proyecto busca disminuir los accidentes en carreteras y en las ciudades, y se trabaja con las autoridades responsables del tránsito en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.

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