El tic del alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, que «tocaba» la nalga de algunas de las concejalas, o les «tomaba de las manos», tratando de imitar «los pellizcos» que «el neoliberal pro imperialista y vende patria» Gonzalo Sánchez de Lozada daba a algunas damas de su entorno presidencial, resultó contagioso para el militante del «Proceso de Cambio» Esteban Urquizu Cuéllar.
El gobernador de Chuquisaca, negándose a responder preguntas que en rueda de prensa le hacían periodistas sobre el tema de las subsidiarias de Fancesa, afirmó que «no le daba la gana responder» al diputado Horacio Poope. Tampoco respondió sobre un video que circula en las redes sociales donde se lo ve dar palmadas -santo Dios palmadas- en su nalga a una mujer ante el estupor de los presentes de la fiesta.
Ese instinto cavernícola, del medioevo, donde los varones jalaban de los cabellos a las mujeres a las cuevas, parece que se apoderó del gobernador chuquisaqueño, olvidó que muy cerca de su despacho se encuentra el Centro de Rehabilitación Psiquiátrico antes conocido como el «manicomio Pacheco».
El gravísimo atentado contra el honor de la dama provocó la protesta de los ciudadanos. Es un delito de acoso sexual, repudiable por cierto, contra la funcionaria y sus derechos humanos, por tanto debe merecer la acción inmediata del Ministerio Público.
«Es un descarado, un desorbitado, mirarle a los ojos recuerda las características somáticas que señala el criminalista César Lombroso en su libro, escribió que quien nacía con defectos visibles, era un criminal nato», expresaron estudiantes de la carrera de Derecho, de la Universidad Real y Pontificia de San Francisco Xavier.
Organizaciones femeninas y de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos presentaron denuncia por acoso sexual, que merece 4 años de presidio.
Corresponde que dicho sujeto procesal, de satisfacción pública a la víctima, mientras tanto el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa Ponce, debe instruir a los fiscales inmediata investigación de oficio haciéndole citar ante oficinas de la FELCC para que rinda declaración y por la flagrancia de los hechos se lo remita ante juez cautelar en lo penal, para que se determine su detención preventiva.
La presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, en su Twitter escribió: «somos el Gobierno de la igualdad y la ampliación de los derechos, en ese sentido acciones como las del gobernador Urquizu nos avergüenzan y las rechazamos».
Esteban Urquizo Cuéllar pasará a la historia no como un mano largo sino como un atrevido servidor público que agravió en forma pública a una inocente y distinguida mujer.
«Al Quijote lo que es de Cervantes y a Sancho Panza lo que le duela», reza un reciente refrán de las chuquisaqueñas.