La actual situación y las restricciones para contener la arremetida de una pandemia desconocida y que amenaza «tormentas de casos», hace preciso que todas las farmacias, nivel nacional, atiendan 24 horas continúas con turnos respectivos de sus empleados.
Ocurre que, con las últimas medidas, pacientes que salieron de los hospitales y/o clínicas privadas, con alta, de sus respectivas dolencias y que requieren dotarse de medicamentos que les fueron prescritos y asistir a sus controles no lo pueden hacer.
A fin de evitar que los pacientes recorran cuadras y cuadras a pie portando su cédula de identidad, se determine, por el ministerio de salud, que los propietarios de farmacias dispongan que su personal, por turnos, atienda las 24 horas continuas durante la cuarentena y emergencia sanitaria, de tal modo que el sufrimiento de quienes tienen dolencias ajenas al coronavirus pueda ser mitigado oportunamente.
En muchos casos en las Cajas de Salud, Petrolera, Bancaria, etc., se les diagnosticó un necesario control de sus afecciones, que no pueden efectuar por razones ajenas a su interés propio.
Con ese proceder, las farmacias demostrarón solidaridad con la población que esta urgida de medicamentos, para combatir la gripe, resfrió, dolencia de estómago, pulmones, etc.
Las cajas de salud, en sus salas de emergencia, deben atender a quienes, por el número de sus cédulas, tienen tiempo por las mañanas en horario fijado y regulado por Ley de restricción, para ser revisados por médicos de turno en las diferentes especialidades.
Es una necesidad colectiva y merece que los encargados de las farmacias y las cajas de salud acudan a solidarizarse con los ciudadanos de a pie.