El pueblo potosino se movilizó nuevamente exigiendo atención a una serie de demandas de larga data, entre las que destacan los recursos del salar de Uyuini. Los dirigentes del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) advirtieron con una huelga general indefinida demandando una mayor asignación de regalías por la explotación e industrialización del litio. Después de un paro de 48 horas se anunció una nueva reunión de consejo consultivo para determinar nuevas acciones de protesta. Esta tensa situación se reproduce anualmente y cada vez el descontento y decepción se acentúan.
Las instituciones que conforman Comcipo analizarán una serie de opciones, entre las que figura un nuevo paro de 72 horas y posteriormente no se descarta llegar a la huelga general indefinida, según los dirigentes. El objetivo es conseguir mayores regalías por el litio. Ahora el tema está en la Asamblea Legislativa Departamental (ALD) que convocó a los dirigentes cívicos, representantes de organizaciones sociales, dirigentes regionales de Potosí y profesionales de las universidades a un debate sobre el proyecto del litio y los beneficios que deben percibir los potosinos.
El presidente de la ALD, Policarpio Acarapi, explicó que se tiene que conocer cuánta es la inversión se requiere, y los costos operativos que demandará la industrialización del litio y, sobre esa base, plantear una forma de distribución de los beneficios que deben llegar al Departamento. Las instituciones ya anteriormente demandaron transparencia en la información sobre el litio, y desean saber cuánto se invirtió hasta ahora y los resultados. El diputado de la opositora Demócratas, Gonzalo Barrientos, indicó que en pasados días presentó un proyecto de ley que busca que Potosí sea socio de la industria del litio para que pueda lograr parte de los beneficios que se generen.
Lamentablemente las demandas de Potosí son calificadas de políticas por el gobierno que se niega a dialogar con los dirigentes de Comcipo. Reiteradamente se ha respondido a las demandas señalando que se han efectuado obras y que los pedidos han sido atendidos. Los cívicos han insistido en el diálogo y han pedido reunirse con el presidente Morales, pero hasta ahora esa opción ha sido infructuosa. El hecho es que las demandas de Potosí son muchas y no fueron atendidas responsablemente para evaluar las posibilidades, la factibilidad de los proyectos y fundamentalmente valorar las capacidades para desarrollarlos.
Hay algunos «elefantes blancos» que quedaron en el camino precisamente por no haberse analizado los pros y contra de determinados proyectos. Pero en el tema del litio, el horizonte se presenta amplio y despejado, pero en 13 años el gobierno ha sido vacilante en sus decisiones, se perdió mucho tiempo y recursos en intentos de desarrollar tecnología propia. Luego diseñó proyectos en los que el Estado era dueño absoluto de todo y no encontró interesados en emprender una aventura de esa naturaleza. También ofreció ser socios a varios países y empresas, que se limitaron diplomáticamente a decir que tenían interés. También se entabló negociaciones con una empresa coreana que abandonó el proyecto. Ahora está a cargo una firma alemana con la que se desconocen detalles de los contaros, ya que los que se difundieron no establecen toda la cadena productiva del litio.
Hay llamados al diálogo tanto desde el oficialismo como de las instituciones potosinas, pero no se ven avances concretos. El presidente del Comité Cívico, Marco Antonio Pumari, dijo que escucharon convocatorias al diálogo, pero considera que las palabras se las lleva el viento y percibe que el Movimiento Al Socialismo convoca a dialogar, pero cierra esa posibilidad. Por su parte, el dirigente de la Frutcas (paralela), Paulino Colque, demanda diálogo para evitar confrontaciones y plantea que Potosí perciba el 40 por ciento por concepto de regalías.
Lo último, se conoció que Evo Morales reveló que un acuerdo para que Rusia sea socio del país en la industrialización del litio está muy avanzado. Sin que se conozca alguna licitación internacional, se anuncian acuerdos «privados» con Rusia o que ese país «sea socio del pueblo boliviano». Frente a esa incertidumbre, no solamente los potosinos, sino todo el país ven que algo no marcha por el camino correcto, y considerando tantos fracasaos y elefantes blancos, existe susceptibilidad justificada.