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jueves, abril 25, 2024
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Inviabilidad del segundo aguinaldo

La responsabilidad en el manejo de la economía nacional es una necesidad que va de la mano con la honestidad y transparencia. Lamentablemente en nuestro país, quienes han estado y están al frente de las instituciones fundamentales de la administración del Estado, no siempre han cuidado el patrimonio y los recursos estatales. El despilfarro, la corrupción, ineficiencia e imprevisión, han sido siempre factores que han derivado en crisis en las que los más damnificados han sido siempre los ciudadanos. Uno de los factores para que esto ocurra es el accionar de los políticos que prefieren la promesa fácil, los anuncios demagógicos y la adopción de algunas medidas que se asemejan a la prebenda para obtener respaldo, antes que meditar en las consecuencias.

Una de estas medidas, poco meditadas, ha sido el segundo aguinaldo, que sin duda tiene más apoyo de la gente que detractores. Hay muchas otras determinaciones que adoptan los gobiernos sin asumir las consecuencias, como los altos impuestos, que desalientan a la iniciativa privada. Estas medidas pueden recaudar más dinero momentáneamente, pero la situación al no ser sostenible en el tiempo, se convierte en un boomerang que golpea la economía. Su efecto se ve en muchos negocios que se trasladan al sector informal. También esta situación deriva en el alejamiento de nuevas inversiones y muchas veces en el cierre de negocios y empresas que se trasladan a otros países donde las condiciones para invertir sean más ventajosas. Las medidas demagógicas pueden repercutir en aplauso y votos, pero no en la consolidación de una economía sana, y mucho menos en el progreso al que aspiran los pueblos.

Asimismo, quienes manejan la economía deben estar bien informados de las políticas públicas y sus fundamentos. Pero en nuestro medio, mientras una autoridad afirma una cosa, otras dice lo contrario, lo que demuestra que no solamente hay falta de coordinación, información y coherencia, sino que más bien hay desorden. Con mucha facilidad se politiza la información económica con una evidente irresponsabilidad sobre el tratamiento de esta temática. Por ejemplo, la ministra de Trabajo, Verónica Navia, opinó que el paro indefinido determinado por un cabildo en Santa Cruz, puede «poner en riesgo» el pago del segundo aguinaldo. «Cualquier paro que interrumpa la actividad económica del país perjudica no solamente el doble aguinaldo, perjudica todo el crecimiento económico del país. No sé si estaba garantizado el segundo aguinaldo, vamos a esperar el informe de Economía, pero toda medida que perjudique el desarrollo económico del país obviamente perjudica el doble aguinaldo», según la ministra.

Existe una norma que condiciona el pago del aguinaldo no a situaciones coyunturales, sino al crecimiento sostenido que supere el 4.5% del PIB en determinado tiempo. Asimismo, el ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, dijo que un eventual paro cívico cruceño pondrá en riesgo el pago del aguinaldo de este año. «Hoy los trabajadores están trabajando por el promedio de aguinaldo, y el aguinaldo no se puede perjudicar» advirtió este dirigente que es cuestionado por gran parte de las organizaciones de trabajadores del país.

Temas tan sensibles como pago del doble aguinaldo, inflación, devaluación, subvenciones, y otros, deben ser manejados con pulcritud y conocimientos de las razones y consecuencias. Mientras autoridades y sectores oficialistas divagan con estos asuntos, el Gobierno anunció que este año no habrá segundo aguinaldo este año, debido a que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al segundo trimestre no llegó al 4.5% que dispone la norma. Fue el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, quien informó que la cifra alcanzada este año no es suficiente, pero explicó que el crecimiento es mayor al registrado en el primer trimestre. Según el Decreto 1802, el parámetro para que se pague el segundo aguinaldo es el crecimiento de 4,5% del PIB. En criterio del ministro no se llegó al parámetro que está indicado como requisito para ese beneficio, sin embargo, destacó que se ha logrado un 4.13%, que ratifica el retorno a la senda del crecimiento económico. Cusicanqui destacó el crecimiento en las exportaciones en 16%; que la inversión pública y privada subió en 7%, las importaciones en otro 7%; el gasto familiar subió en 4% y similar cifra en el gasto público. También ofreció datos sobre el crecimiento en algunos rubros y la disminución en otros, como el petróleo y gas. Es posible que algunos sectores de la economía respondan favorablemente a la coyuntura actual, pero también es evidente que existen condiciones internacionales adversas que no se las puede ignorar, y que repercuten y tendrán aun mayor impacto en nuestra economía.

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