Después de más de noventa años se presenta la pandemia que algunos científicos denominan la «peste china» otros la «confabulación de grandes centros de laboratorios afectos a la guerra bacteriológica» para generar pánico, psicosis e incertidumbre en el mundo.
Pero al margen de esas desgracias, es preciso señalar que la madre naturaleza se defiende ante la contaminación del sistema ecológico, medio ambiente, y polución en los grandes centros de población, sobre todo de las capitales de todos los países.
Ante la desgracia de la pandemia, en Bolivia se respira oxígeno, la polución, los gases tóxicos de gasolina, diésel, kerosene y productos químicos, la tala de árboles, la quema de extensas hectáreas, la contaminación de los ríos, disminuyó en gran medida.
Las familias, en todo el orbe, logran consolidar en forma dinámica sus lazos de hermandad. Existe espíritu de solidaridad entre vecinos, comunidades, pobladores en general.
En nuestro país, nos hemos librado, por de pronto, del virus de las «encuestas electorales prefabricadas».
«La contaminación del medio ambiente y la perversidad de gobernantes con foránea ideología, generó la reacción de la madre naturaleza», señalan callahuayas bolivianos.
En todo el orbe se clama a un Ser Supremo, creador de la especie humana y del universo, para que nos libere del coronavirus, el Papa, Jefe de la Iglesia Católica, anuncio que este domingo de ramos, rogara a Dios que salve a la humanidad del virus mortífero.
Todos debemos unirnos, en forma personal, a la meditación y pedido del Papa.