Una sala judicial ordenó este jueves al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que supervise el congreso del Movimiento al Socialismo (MAS) impulsado por los sectores afines al Gobierno de Luis Arce, mientras que el bloque oficialista que apoya al expresidente Evo Morales (2006-2019) citó para otra fecha y lugar la celebración de dicho cónclave.
«Hoy estamos ante una situación excepcional, pues existen dos posiciones encontradas respecto a una misma organización política, situación que si el Órgano Electoral hubiese previsto en su oportunidad no existiría», señaló la resolución de la Sala Constitucional Primera de La Paz.
El organismo hizo referencia a la división interna en el partido oficialista -que lidera Morales- y que llevó a que se citarán dos congresos del MAS por separado, uno convocado para esta semana por el bloque ‘arcista’, los afines a Arce, y otro por los ‘evistas’, los cercanos al exmandatario.
La sala instruyó la «aplicación provisional» de la «supervisión y acompañamiento» de la autoridad electoral al congreso del sector afín al Gobierno de Arce, que se celebra desde este viernes en la ciudad El Alto hasta el domingo 5 de mayo.
Este miércoles, el TSE declinó su participación en el congreso «por el incumplimiento» al Reglamento para la Supervisión de Organizaciones Políticas que indica que «debe ser solicitada por el representante legítimamente facultado de la organización política».
La sala judicial también indicó que esa situación requiere «una postura firme, objetiva y apegada a la Constitución», en la que «todos los militantes» del MAS «deben ser resguardados», pese a las posturas contrarias entre sus líderes.
Y reiteró que «es deber» del ente electoral «resolver el conflicto de una organización política que no tiene por qué ser amonestada cuando el yerro es de este órgano».
El congreso del MAS convocado por el bloque ‘evista’ está previsto para el 10 de julio en la población de Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba, principal bastión político y sindical de Morales.
Arce y Morales están distanciados desde finales de 2021 y sus diferencias se profundizaron el año pasado por la realización de un congreso nacional del partido en el que, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, el expresidente fue ratificado como líder del MAS y nombrado «candidato único» para las elecciones de 2025.
Arce no asistió a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas.
Las tensiones aumentaron después de que el TSE decidiera anular el congreso de 2023 e instruir que se convocara a uno nuevo que sea consensuado, algo en lo que tampoco se han puesto de acuerdo ambas facciones oficialistas.
Si un partido político no renueva su directiva nacional dentro del plazo establecido por el TSE, corre el riesgo de no poder participar en las elecciones de 2025 o incluso podría perder su personalidad jurídica si hay incumplimiento reincidente.