Este 2023 fue otro año en que el fútbol de Bolivia no pudo levantar cabeza, con sus torneos parados por casi un mes por denuncias de corrupción y un penúltimo puesto en las eliminatorias del Mundial 2026, aunque nuevamente fueron otras disciplinas como el ráquetbol las que dieron al país algunas alegrías deportivas.
La selección boliviana inició con mal pie su andar por la clasificatoria suramericana para el Mundial de 2026, en la que apenas logró una victoria en las seis primeras jornadas disputadas entre septiembre y noviembre.
Al mando del argentino Gustavo Costas, la Verde cayó por 5-1 en su debut ante Brasil y fue goleada a domicilio por 0-3 por la campeona vigente, Argentina, en la segunda jornada.
También sufrió derrotas por 1-2 ante Ecuador y por 1-0 ante Paraguay en las siguientes fechas, lo que terminó costándole el puesto al argentino.
En su lugar asumió el brasileño Antonio Carlos Zago, bajo cuya conducción Bolivia logró su único triunfo por 2-0 ante Perú, aunque cerró el año con una caída por 3-0 ante Uruguay y el penúltimo puesto en la clasificación.
La Verde sufrió además el revés de la anunciada despedida de su goleador histórico y capitán, el internacional Marcelo Martins Moreno, que jugó ante Perú y Paraguay sus últimos partidos con la selección.
Martins, muy exigido por la hinchada boliviana, fue el máximo artillero de las eliminatorias suramericanas del Mundial de Catar 2022, pero no logró cumplir su sueño de disputar una Copa del Mundo, ni pudo despedirse de su selección con goles en la actual campaña.
Desempeño de los clubes
El paso boliviano por los torneos continentales sólo tuvo nota alta Bolívar, que llegó a cuartos de final en la Copa Libertadores, en la que cayó ante Internacional, de Brasil.
Nacional Potosí se quedó en la fase 1, Always Ready en la 2 y The Strongest cayó eliminado en la fase de grupos.
La situación en la Sudamericana no fue mejor, ya que Blooming y Oriente Petrolero, que llegaron a la fase de grupos a costa de los también bolivianos Atlético Palmaflor y Guabirá, respectivamente, fueron eliminados en esa etapa al quedar últimos en sus llaves.
El fútbol local estuvo empañado por el parón en septiembre de sus dos torneos por denuncias de amaños y corrupción que llegaron hasta el Ministerio Público.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) presentó una denuncia ante la Fiscalía sobre la conformación de una presunta «red de corrupción» que involucraba a jugadores, dirigentes, exdirigentes y árbitros.
Tras la protesta de clubes como The Strongest, que lideraba el campeonato principal, y la premura por asegurar la participación del país en la Libertadores y Sudamericana de 2024, la FBF resolvió reanudar los torneos mientras continúan las investigaciones.
Finalmente The Strongest se coronó campeón de la liga boliviana, rompiendo una racha de siete años sin títulos, y se confirmó el descenso de Palmaflor, el equipo del expresidente Evo Morales.
Raquetas y atletismo
Como ocurrió en 2022, el ráquetbol volvió a dar a Bolivia algunas alegrías en el ámbito deportivo, con una participación destacada en esa disciplina en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, disputados entre octubre y noviembre.
La delegación boliviana estuvo liderada por el campeón Conrrado Moscoso, quien obtuvo su primer título individual en los Panamericanos y revalidó el oro logrado junto al equipo masculino en Lima 2019.
Moscoso consiguió el oro en una inédita final boliviana disputada ante su compatriota Carlos Keller, que se colgó la medalla de plata individual.
Moscoso también obtuvo un bronce en dobles mixto junto a Angélica Barrios, quien también logró una presea de bronce con Jenny Daza en dobles femenino.
Aunque el país se fue de Santiago con las mismas cinco medallas de Lima, por primera vez consiguió dos oros en los juegos.
La fortaleza boliviana parece estar en los deportes con raquetas, ya que el juvenil Juan Carlos Prado dio otra alegría al país al lograr en junio un histórico subcampeonato en la categoría júnior de Roland Garros.
Prado hizo historia al convertirse en el primer boliviano en alcanzar una final individual junior en un Grand Slam.
También fue motivo de orgullo el atleta Héctor Garibay, quien ganó en agosto pasado el Maratón de la Ciudad de México con un tiempo récord de 2h08:23 y quedó segundo en la carrera París-Versalles.