Los diputados Rafael Quispe y Wilson Santamaría sellaron un pacto con Rubén Costas de la alianza Bolivia Dice No, para apoyar la candidatura de Óscar Ortiz a la presidencia, con vistas a las elecciones de octubre próximo.
Ambos legisladores que forman parte de una agrupación denominada Pueblo y alejados de Unidad Nacional (UN), en un hotel céntrico de la ciudad de La Paz, sellaron el pacto con la alianza Bolivia Dice No.
«Ni masismo ni mesismo. Hermanos, esas son dos personas siamesas», con esa premisa comenzó su discurso el diputado Quispe.
Indicó que junto a Ortiz luchó 13 años en la fiscalización del Gobierno y para evitar su eternización en el poder, lo cual les causa recibir intimidaciones y persecuciones.
«Esta es la oposición verdadera, los hombres y mujeres que van a luchar para que Evo Morales no se perpetúe en el poder», subrayó Quispe, reportó Erbol.
Pero por otro lado, a criterio de Quispe, Carlos Mesa es «funcional al MAS», porque fue parte del equipo que impulsó la demanda marítima, fallida en La Haya, y cuando se pretendía pedir explicaciones por lo sucedido, lanzó su candidatura presidencial.
Señaló que Demócratas es un partido con estructura en todos los departamentos, y que la agrupación «Pueblo» reforzará en La Paz. «Vamos a trabajar para que el 22 de enero de 2020 Óscar Ortiz sea presidente y Edwin Rodríguez vicepresidente», concluyó.
Por su parte, Santamaría anunció que en la campaña se recorrerá la mayoría de las provincias además de las ciudades de La Paz y El Alto, para que Ortiz sea el presidente.
El líder de Bolivia Dice No, Rubén Costas, señaló que Quispe y Santamaría han demostrado coraje en la defensa de la democracia y la «República de Bolivia».
El gobernador de Santa Cruz manifestó que tiene el «corazón lleno de esperanzas». Aseveró que la alianza no será excluyente para las personas que crean en sus candidatos.
Ortiz, a su turno, destacó que con esta firma se marca la alianza de oriente y occidente, como contraposición a lo que denominó el «estilo de Evo Morales» de división y confrontación.
Recordó que con Quispe lo une que ambos fueron los más trabajaron en la denuncia del caso Fondo Indígena. Denunció que la mayor injusticia es que el diputado sea perseguido y detenido por denunciar la corrupción.
Resaltó que la alianza no se cierra en «personalismos ni mesianismos de quienes creen que solo pueden ganar».
«Transfugio y de políticos serviles»
Mientras, una fracción de legisladores de la oposición se enfrentaron ayer con acusaciones de transfugio y de ser políticos serviles, después que los diputados Rafael Quispe y Wilson Santamaría sellaron un pacto con el senador Óscar Ortiz, candidato presidencial de la alianza «Bolivia dice No».
El diputado de Unidad Nacional (UN), Amilcar Barral, tildó de «tránsfugas» a Quispe y Santamaría, al recordar que ambos fueron electos en las nóminas de ese partido político que, además, rompieron una alianza con el Movimiento Demócrata Social (Demócratas) por imponer la candidatura de Ortiz.
«Creo que los paceños no estamos de acuerdo con el transfugio, no estamos de acuerdo que los políticos se cambian de cama cuando quieran», argumentó.
Horas antes, Quispe y Santamaría se mostraron públicamente como líderes de la agrupación política ‘Pueblo’ y rechazaron entregar su curul a UN.
«Si quiere pedir (curul), que le vaya a pedir a su abuela», dijo Quispe ante las críticas de Barral.
Por su parte, Santamaría declinó sostener un debate con un «mensajero», asegurando que Barral se queda en UN para hacer «mandados» al jefe de ese partido, el empresario Samuel Doria Medina.
«Falta de representatividad política»
Por el lado del oficialismo, el titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, afirmó que la candidatura presidencial del senador opositor Óscar Ortiz, por la alianza Bolivia Dijo No, está sellada por el transfugio y la falta de representatividad política.
«Miren cómo es el transfugio político, Santamaría y Quispe han ido por Unidad Demócrata, no sabía que tenía un partido político. Es fácil crear partidos políticos, el problema es tener representatividad, tener gente que respalde la candidatura», indicó Borda.
Quispe y Santamaría asumieron el cargo de legisladores por Unidad Nacional (UN) en 2015, pero luego se declararon disidentes de ese partido político, del empresario Samuel Doria Medina.
En los últimos años, el jefe de UN había formado la alianza Unidad Demócrata (UD) con el Movimiento Demócrata Social (Demócratas), del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, pero a fines de 2018 ambos partidos rompieron su pacto político después que no lograron ponerse de acuerdo para definir un binomio presidencial.
Borda puso en duda el poder de convocatoria y representatividad de los diputados disidentes de UN que ahora aparecen autonombrados como líderes de una nueva organización política.
«Yo me autonombro con fines estrictamente personales, esa es la política en el concepto neoliberal, es el arte de disfrazar intereses particulares e intereses generales, pero no nos preocupa, porque son alianzas sin representatividad», sostuvo el legislador del MAS, que busca la reelección del presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera.