Una reunión clave para el futuro ambiental se ha realizado en Brasil, en busca de proteger la Amazonía. Varios presidentes de los países de la región emitieron la Declaración de Belem, nombre de la ciudad donde se realizó la cumbre amazónica, que busca, entre otros objetivos, que los países firmantes apliquen leyes dirigidas a combatir la minería ilegal, la tala generalizada, apliquen medidas para conservar la naturaleza y buscar empleos sostenibles para los habitantes de la Amazonía. Los gobernantes de la zona consideran que se logró un avance para salvar la Amazonia, pese a que los acuerdos no abarcan las amplias medidas de protección de la selva y los bosques que demandan las diferentes agrupaciones civiles, activistas por la defensa del medioambiente, y los científicos que ven serios riesgos por las políticas actuales de explotación en la Amazonia, que es el más importante pulmón del planeta.
Participaron de la reunión cumbre solamente cuatro de los ocho presidentes del grupo, Inacio Lula da Silva, el primer mandatario Luis Arce, Gustavo Petro (Colombia) y Dina Boluarte (Perú). No estuvieron el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, los gobernantes Guillermo Lasso (Ecuador), Chan Santokhi (Surinam) e Irfaan Ali (Guyana) que fueron representados por vicepresidentes y ministros.
El periódico The New York Time, en una nota sobre el tema considera que «aunque el acuerdo proyecta una unidad simbólica, se queda corto frente a las ambiciones que Lula esperaba consolidar. Durante meses antes de la cumbre, Lula presionó a los líderes de Bolivia y Venezuela para que se comprometieran a poner fin a la deforestación en sus países para 2030, una promesa que los otros seis países de la cuenca amazónica ya habían hecho en la cumbre mundial sobre el clima celebrada en Glasgow en 2021. Ninguna de esas presiones tuvo éxito. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que ha adoptado las políticas más progresistas de la región en materia de conservación, había presionado a Lula para que igualara su compromiso de prohibir todas las perforaciones petrolíferas en la selva, pero Brasil sigue teniendo planes para un enorme proyecto en alta mar en la desembocadura del río Amazonas».
A su vez la AFP, citó que el presidente colombiano, «abogó por una erradicación de los combustibles fósiles y criticó la postura de gobiernos de izquierda que defienden la exploración petrolera. «¿No es un contrasentido total? (…) ¿Una selva que extrae petróleo? ¿Es posible mantener una línea política de ese nivel, apostarle a la muerte y destruir la vida? ¿O América Latina y las fuerzas políticas latinoamericanas deberíamos plantear otra cosa diferente?», dijo Petro. El canciller brasileño afirmó que «no hay divergencias» con la postura de Petro y que la descarbonización «ocurrirá».
Casi como confirmando estas posiciones contradictorias, los presidentes de Bolivia y Brasil exploraron acuerdos bilaterales diversos, entre ellos, gas, energía eléctrica, urea, comercio, integración física, lucha contra el contrabando, recursos hídricos y seguridad fronteriza, entre otros. Según ABI, esos fueron temas parte de la amplia agenda que trazaron los presidentes Luis Arce, y Luiz Inácio Lula da Silva. La agencia estatal señala que los mandatarios sostuvieron un encuentro bilateral en el marco de la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), celebrada en Belém, Brasil. «En un grato encuentro con el hermano presidente Lula, en Brasil, avanzamos en una amplia agenda bilateral», informó Arce en su cuenta de Facebook.
Brasil es el principal mercado del gas natural boliviano. Durante su estadía en Brasil, Arce se reunió también con el titular de Petrobras, Jean Paul Prates, quien le ratificó que su país continuará comprando gas natural; además le exteriorizó el interés de invertir en tareas de exploración de hidrocarburos y de visitar los salares bolivianos donde se encuentra el litio, un metal de alta demanda en el mundo por su utilidad en la electromovilidad. Se anunció que una comitiva de Petrobras, dirigida por su presidente, visitará Bolivia en las próximas semanas.
Hay que recordar que la actual administración nacional anunció nuevos proyectos para la exploración en busca de yacimientos de gas natural y petróleo, y que se firmaron contratos con empresas transnacionales. Se está incursionando en áreas protegidas y reservas naturales. Inclusive se han anunciado modificaciones en las normas sobre producción de hidrocarburos, para atraer inversiones, debido a que se ha comprobado que no existe interés de las petroleras en operar en nuestro país por las actuales condiciones legales, además de otros factores relacionados con la seguridad jurídica. Y mientras esa línea persiste, el mundo ya cambió de rumbo e impulsa iniciativas que van en diferente dirección en concordancia con la misión de consenso global de salvar al planeta cambiando la matriz energética hacia fuentes de generación de energía limpia.