Tres ciudades se movilizarán hoy en «defensa de la democracia y respeto por el ordenamiento legal», mediante cabildos en los que la ciudadanía y algunos activistas tendrán la oportunidad de exponer sus inquietudes, dudas y deseos, así como proponer acciones. Se trata de una manifestación que sin duda tiene motivaciones políticas y electorales, que fue convocada por instituciones que nacieron motivadas por la defensa de la legalidad y el respeto a la soberanía popular y sus decisiones en las urnas, como el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade).
Junto a esta organización ahora se sumaron los activistas por el respeto al resultado del referendo del 21 de febrero de 2016 que rechazó la pretensión de que se autorice a los gobernantes a buscar otra reelección contraviniendo la Constitución Política del Estado. Pero una movilización de esta naturaleza requiere de capacidad de convocatoria de los líderes, y esta expresión deliberadamente se mostró que actúa al margen de los partidos, poniendo en evidencia que existe una dislocación de los candidatos, que podrían aportar a la movilización.
De todas maneras, Conade y los activistas tendrán la oportunidad de demostrar su capacidad de convocatoria en momentos en los que las fuerzas que participan en las elecciones se aprestan a los cierres de campaña, y están más interesados en llevar agua a su molino. La coyuntura avivó motivaciones y aglutinó posiciones en Santa Cruz, pero al parecer no existen las misas condiciones en La Paz, Cochabamba y Tarija que confirmaron a los cabildos de hoy.
Para motivar a que la gente participe se requiere más que aprovechar las coyunturas. Es necesario que los argumentos, además de sólidos, sean bien fundamentados, que es lo que hasta ahora ha faltado. Los incendios forestales y la arbitraria concesión de tierras como parte de la política de prebendas, ligó a los cruceños en una causa común incentivada por el regionalismo, que se encuentra fuertemente arraigado en el oriente. No ocurre lo mismo en occidente donde la solidaridad con el desastre ambiental tiene su motivación, pero carece de los estímulos que nacen de los compromisos de pertenencia. Los fundamentos políticos valen, pero están supeditados a las militancias, lealtades, propaganda y circunstancias propias de un proceso electoral. Por ello es que cuando se convocó a un paro nacional advertimos que era una apuesta poco meditada. Ahora, seguramente los activistas tomaron previsiones para que la respuesta sea diferente.
Entre los argumentos de Conade y de las organizaciones defensoras del 21F, destaca la ilegitimidad de los candidatos oficialistas, cuya pretensión de otra reelección fue rechazada por un referendo. Recordemos que, frente a esa situación, los candidatos oficialistas utilizaron al Tribunal Constitucional para que declare que no es aplicable la norma de la Constitución Política del Estado que limita la reelección por una sola vez. Las protestas ciudadanas se han reproducido desde ese momento, pero la dispersión de la oposición impidió que se actúe uniendo fuerzas y objeticos, y en este momento es poco realista pensar en que el cabildo logre lo que no pudieron hacer los líderes políticos.
De todas maneras, los cabildos son un escenario propicio, legal y ventajoso para canalizar los planteamientos y posición de los ciudadanos. Se trata de un recurso contemplado en la CPE, que regula las formas de participación democrática directa del pueblo. Uno de estos mecanismos constitucionales es el referendo en el que el pueblo adopta una decisión, que tiene carácter vinculante, como lo fue el 21F. Otras formas de participación directa de los ciudadanos son «la iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa…».