El resultado de las elecciones del domingo ha puesto en el escenario serie de hechos y posibilidades que en el plano político permiten ver un panorama más preciso de lo que ocurre en el país. Ha sido muy pertinente haber calificado a los comicios como la mejor encuesta parta establecer las preferencias políticas de la gente, lo que siente el ciudadano y de las perspectivas que se abren, mostrando la coherencia de los efectos que se generan con determinadas acciones. Evo Morales se siente ganador, por lo menos eso ha expresado públicamente, y de confirmarse los votos obtenidos será así, pero quedará muy lejos de sus aspiraciones, ya que todo señala que no logró la mayoría que necesitaba, es más el caudal de votos que logró es el menor de todas las elecciones que ganó anteriormente en las que obtuvo porcentajes superiores al de 50%.
Para ampliar el panorama que se presenta, al no alcanzar los votos suficientes, perdió la mayoría que tenía en las cámaras de senadores y diputados. En el mejor de los casos ya no controlará la Asamblea Legislativa.
Parece un hecho por los resultados y las proyecciones, que en cinco departamentos el MAS logró ganar y cuatro de los departamentos le dieron el triunfo a Comunidad Ciudadana. La tranquilidad que se observó en el curso de los comicios demuestra una vez más la vocación democrática y participativa de los bolivianos, y su natural reacción crítica cuando las cosas se hacen mal. El ambiente de suspicacia y desconfianza caló hondo y la vigilancia y observaciones muy puntuales en mesas y en los corrillos mostraron el grado de expectativa de la población. Había temor de un fraude electoral.
Por otra parte, la abrupta forma en que el TSE cortó el conteo de votos el domingo, generó susceptibilidad en la oposición. Asimismo, los observadores internacionales expresaron su preocupación. Miembros de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró que es fundamental que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) explique por qué ocurrió. “OEA sigue dando seguimiento riguroso al proceso electoral en Bolivia. Fundamental es que el TSE explique por qué se interrumpió la transmisión de resultados preliminares y que el proceso de publicación de los datos del cómputo se desarrolle de manera fluida”, señaló ese organismo.
Una idea que puede resumir la situación que queda como resultado de las elecciones, es que Evo Morales resignó la mayoría absoluta con la que controlaba el parlamento.
Sin embargo, la violencia se extendió la noche de ayer en Bolivia en protesta por un supuesto fraude electoral a favor del presidente Evo Morales, cuando el órgano electoral difundió datos preliminares que le dan la victoria pese a que en el recuento oficial va prácticamente empatado con el opositor Carlos Mesa.
Los incidentes se produjeron en La Paz, frente al hotel donde se realiza el recuento aún al 63 por ciento, en Sucre, capital del país, Cochabamba, Tarija, Oruro y otras ciudades de Bolivia.
La sede regional del tribunal electoral en Potosí fue incendiada, mientras que otras en varias regiones sufrieron ataques.
Los detractores de Morales se enfrentaron a la Policía y a simpatizantes del partido del presidente, el Movimiento al Socialismo (MAS).