El transporte público municipal se impuso por los vecinos que defienden este servicio que nació de la necesidad de mejorar uno de los medios de movilización que tradicionalmente ha estado a merced de los choferes sindicalizados, cumpliendo las rutas por toda la ciudad con vehículos en gran parte obsoletos, con un riesgo permanente, además de un trato descortés. Empero ayer protagonizaron una serie de abusos, hechos violentos y ataques a los buses PumaKatari que resultaron averiados en la inauguración de una nueva ruta entre Achumani, en la zona Sur de la sede de Gobierno y el barrio central de San Pedro.
Cuando el primer autobús municipal intentó avanzar, los chóferes empezaron a lanzar piedras que rompieron los vidrios laterales derechos del vehículo hiriendo a un pasajero, algunos vecinos también recibieron pedradas y se enfrentaron a golpes contra los transportistas, que se replegaron hacia los cerros colindantes cuando apareció la Policía, aunque desde allí siguieron lanzando piedras contra los vehículos.
Los actos vandálicos de los choferes han sido grabados para que se los lleve a la justicia. En toda la zona Sur se apostaron los choferes para bloquear el tráfico, pero los vecinos finalmente obligaron habilitar la ruta. La gente salió de sus hogares para despejar las avenidas en defensa del transporte municipal.
Las autoridades municipales denunciaron los abusos perpetrados por los trasportistas contra un patrimonio del pueblo paceño y contra el derecho de los ciudadanos a movilizarse libremente. Al intentar impedir el servicio del bus Puma Katari en esa ruta se ha cometido un delito que tendrá que pasar a la justicia ordinaria. Como no es la primera vez que se cometen arbitrariedades de este tipo por parte de este sector ya existen antecedentes y vídeos con los que se puede identificar a los agresores.
El argumento de los transportistas para movilizarse fue que los ingresos de los que cubren ese trayecto se verán mermados por el ingreso del servicio municipal a la ruta.
Las quejas de los usuarios en La Paz apuntan a que el transporte sindicalizado opera sin horarios ni paradas fijas y los chóferes en su mayoría emplean vehículos que datan de hace más de dos décadas, carentes de mantenimiento, o que han sido modificados en forma precaria para captar más pasajeros en espacios chicos.
No solamente tienen que ver con los vehículos en mal estado, sino el maltrato a los pasajeros, el incumplimiento en recoger a escolares, niños y personas mayores, y lo peor, la interrupción de las rutas. La gente es obligada a tomar muchas veces hasta tres movilidades para llegar a su destino debido a que los minibuseros acortan la ruta en lo que se ha venido a llamar el «tramaje», es decir, dividen sus trayectos por tramos para obtener mayores ganancias.
Se pidió que conforme a ley actúen la Policía y al Ministerio Público para proteger la seguridad de las personas y la integridad de los buses de la Alcaldía. Se enviaron cartas al Comando General de la Policía, para que se pueda evitar excesos de parte de los afiliados al transporte sindicalizado. En relación con el anuncio de bloqueos, anticipados por el transporte sindicalizado, para maña martes, las juntas vecinales anunciaron que estarán a la espera de los acontecimientos para tomar decisiones.