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lunes, abril 29, 2024
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Bolivia debe honrar compromiso sobre uso del mercurio

Cada 23 de febrero se celebra el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio, una fecha creada con la finalidad de dar a conocer las consecuencias negativas del comercio del mercurio en todo el mundo, así como del tratado aprobado por 140 países para hacer frente al uso del mercurio. Lamentablemente, Bolivia, que es firmante del compromiso, se ha convertido en uno de los principales compradores de mercurio del mundo tanto para el uso en la minería del oro, como para exportar ilegalmente en la región. La contaminación de las aguas de los ríos y la depredación de las áreas de explotación se han convertido en uno de los problemas ecológicos más graves para nuestro país.

El mercurio es un elemento químico natural que se encuentra depositado en la roca de la corteza terrestre y que ha sido utilizado para la fabricación de muchos elementos útiles para la humanidad. Se utiliza para la fabricación de bombillas, termómetros, termostatos, amalgamas en empastes dentales, interruptores automotrices, y otras aplicaciones. Sin embargo, el mercurio está ocasionando graves problemas al medio ambiente, ya que provoca envenenamiento en el aire y en el agua.

La quema constante de madera, carbón, combustible y petróleo provoca que partículas de mercurio permanezcan en el aire y luego se expandan por toda la atmósfera terrestre, precipitándose luego, por la acción de la gravedad, en forma de gotas de lluvia o polvo. Una vez depositado en la Tierra ocasiona problemas de salud como enfermedades en el sistema nervioso, reproductivo, digestivo, además de dañar los ecosistemas, la fauna y la flora de todo el planeta. Frente al riesgo del uso del mercurio 140 países han firmado el convenio de Mianamata que se constituye en un tratado mundial que tiene como objetivo proteger la integridad y bienestar del medio ambiente y de la especie humana de los efectos negativos provocados por el mercurio.

A través de este convenio, que fue una iniciativa del MINAM (Ministerio del Ambiente de Perú) y la firme decisión de los países firmantes se acordó una regulación y control del comercio e impacto del mercurio. Sin lugar a dudas, la población más afectada por este hecho es la que vive de la minería, ya que la explotación de los yacimientos en busca de oro y otros metales preciosos ha causado, que familias enteras sucumban ante los efectos tóxicos del mercurio. Una de las graves consecuencias de este metal es la llamada enfermedad de Minamata, un daño neurológico permanente que causa alteraciones de los sentidos como la vista y el oído, parálisis e inclusive la muerte. En el año 1956 varias personas murieron por envenenamiento de mercurio en Minamata, una ciudad de Japón, por esta razón el síndrome lleva este nombre.

En Bolivia se ha extendido el uso de mercurio en la explotación de oro en los ríos del país. Entre 2005 y 2022, Bolivia exportó 673 toneladas de oro valuadas en 16.000 millones de dólares, según un informe publicado por el Instituto Boliviano de Comercio Exteriores (IBCE). Nuestro país logró un récord de exportación de oro en 2022, principalmente con la venta de formas de oro en bruto. Se comercializaron 71 toneladas por un valor de $us 3.008 millones, remarca el informe. Sin embargo, el Estado no se beneficia con esta explotación, ya que la mayor parte de los productores operan como cooperativas y eluden el pago de impuestos.

Por otra parte, la cantidad de mercurio que se importa aumentó en un 60% en los últimos diez años: el país pasó de comprar 15.8 toneladas en 2012 a 94.7 toneladas en 2022. Este metal pesado se utiliza principalmente en la minería artesanal y de pequeña escala dedicada a la extracción de oro. Los efectos nocivos del mineral son conocidos y diversos estudios realizados en el país han demostrado cómo su uso está afectando a la población que vive cerca de los lugares donde se realizan actividades mineras.

Para citar solo un ejemplo, una evaluación realizada por la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP) en 36 comunidades de los pueblos indígenas Ese Ejjas, Tsimanes, Mosetenes, Leco, Uchupiamona y Tacana mostró que en 74.5% de las personas analizadas los niveles de mercurio superan los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos resultados, sumados a la contaminación por mercurio de suelos, ríos y otras fuentes de agua, así como de los recursos hidrobiológicos han puesto sobre la mesa la discusión para exigir la eliminación del uso del mercurio en la extracción de oro. Bolivia, además, como país signatario del Convenio de Minamata ha asumido el compromiso de erradicar el uso de esta sustancia de la minería aurífera.

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