Fue detenido el Jefe de Adquisiciones del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela Billewicz, que habría decidido que una firma extranjera contrate, a nombre del Estado boliviano, a la fábrica GPA INNOVA de Barcelona para proveer 170 respiradores «básicos», que en España tenía un costo de exportación de 8.000 Euros por unidad, pero que llegados a nuestro territorio se dijo se habían adquirido en 27.683 dólares cada unidad, lo que fue registrado en el informe del BID, lo cual generó una investigación.
Se dio a conocer que Fernando Valenzuela Billewicz, fue director jurídico de la alcaldía de Santa Cruz y que durante la presidencia de Gabriela Montaño Viaña, en la cámara de diputados, tuvo influencia partidaria en el MAS.
El ex ministro de salud Aníbal Cruz, lo posesionó como jefe de adquisiciones del ministerio de salud.
El médico Dr. Fernando Romero señaló que el COVID-19, no solo generó la preocupación y atención del gobierno de Añez sino que facilitó que servidores públicos que ocupaban sitiales de confianza durante el movimiento al socialismo se mantuvieran en funciones espectables en la estructura del actual esquema gubernamental, por lo que hasta la fecha se carece de equipos de bioseguridad para el sector salud.
Fernando Valenzuela Billewicz, fue detenido por efectivos de la FELCC en presencia de una fiscal de turno en lo penal, por la presunta compra irregular de 170 respiradores a 27.683 dólares cada unidad, cuando en España otro similar respirador, de otra marca, vale 6000 Euros equivalente a 8.500 dólares por unidad. Lo extraño y sorprendente es que Valenzuela hubiera adoptado una decisión gubernamental, que no era de su competencia, por lo que el ministro Marcelo Navajas queda en situación muy delicada, toda vez que siendo cabeza del sector salud era el que, después de consultar con miembros de la comisión científica, tenía que decidir qué clase de respiradores se debía adquirir.
Lo preocupante, según el viceministro Wilson Santa María, es que Valenzuela habría cometido delitos en contra de la salud pública y haber influenciado para que se compre respiradores a precio muy alto y que además no eran aptos para el tratamiento de terapia intensiva.
En esferas del Colegio Médico de La Paz, el actual ministro Marcelo Navajas, habría «delegado funciones y responsabilidades a un subalterno», por moral, ética y sobre todo admitido que dichos respiradores no eran convencionales, debería presentar renuncia o de lo contrario la presidenta Jeanine Añez lo tendría que destituir, pues por su falta de conocimiento, en la especialidad referente a epidemiología, no logra estructurar una política de Estado y estrategias para el control adecuado del coronavirus. Haber declarado que los «respiradores básicos eran para emergencias» para después tratar a los pacientes con respiradores «convencionales» o que a los actuales adquiridos «se les cambiaría el software», implícitamente da lugar a que en dicha función se posesione a quien tenga especialidad en epidemiología, enfermedades respiratorias, pulmonares, tratamiento de terapia intensiva, manifestaron.