El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, destituyó este lunes al director de la administradora estatal de aeropuertos tras la polémica por la reactivación «irregular» de una terminal aérea en la localidad de Chimoré, en el centro del país.
El funcionario destituido es el director ejecutivo de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de Navegación Aérea (AASANA), Ronny Balderrama, informó Montaño en una rueda de prensa en La Paz.
«Puedo anunciar hoy esta destitución por la irregular apertura del aeropuerto de Chimoré. Desde el momento que nos hemos informado de la reapertura empezamos a pedir informes a las instancias correspondientes», expresó Montaño.
El fin de semana el diario El Deber denunció que el aeropuerto internacional de Chimoré, en la zona central del trópico de Cochabamba, registró el pasado 10 de marzo 36 vuelos aparentemente sin autorización.
Al respecto, el ministro indicó que según informes de las instancias correspondientes fueron 16 aeronaves que aterrizaron en ese aeropuerto y no 36 como señala la denuncia.
Además Montaño indicó que se trata de vuelos de escuelas de aviación que despegaron de la ciudad de Cochabamba y de Santa Cruz hacia Chimoré.
El ministro sostuvo que el aeropuerto no contaba con las condiciones técnicas para volver a operar ya que, por ejemplo, debía contar con «material antiincendios» y personal de la Fuerza Especial de Lucha contra del Narcotráfico (FELCN).
Por esa razón se comenzará un proceso penal contra Balderrama ya que «vulneró» la ley de Aeronáutica Civil al poner en peligro la seguridad del aeropuerto, lo que podría tener como sanción entre uno a seis años de cárcel.
También será procesado por el supuesto delito de incumplimiento de deberes.
Más temprano, Balderrama brindó una conferencia de prensa en la que aseveró que fueron 17 vuelos de escuelas de aviación y aseguró que fueron revisados por personal de la FELCN.
El funcionario también sostuvo que Montaño autorizó el relanzamiento del aeropuerto, pues había pedido su reactivación.
Esa terminal aérea, situada en el bastión político y sindical del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), llevaba cerca de dos años sin operaciones.