El Gobierno informó que el vuelo que transportó en febrero pasado 478 kilos de cocaína desde Bolivia estaba dirigido a una menor de edad en España, quien es familiar de los propietarios de una empresa de mensajería en el país suramericano y que ahora están bajo investigación.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, indicó en una rueda de prensa que la «destinataria final» del cargamento de droga era «una menor de nacionalidad española», quien es sobrina y nieta de dos funcionarias de la empresa boliviana a la que se atribuye el envío.
El ministro apuntó que el 11 de febrero llegó al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, un vuelo de la empresa Wamos Air, alquilado por la estatal Boliviana de Aviación (BoA) «con su propia tripulación» de «nacionalidad española».
En el trayecto de Bolivia hacia España se estableció que 12 cajas, de un cargamento de 16, no tenían documentación de respaldo mientras que las 4 restantes sí pasaron por los filtros de control.
Del Castillo mencionó que recién a principios de mayo las autoridades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) supieron «extraoficialmente» que el contenido de esas 12 cajas dio «positivo a cocaína».
Sin embargo, el caso se conoció la pasada semana cuando las autoridades españolas informaron que en febrero, en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, se intervinieron los 12 bultos con los 478 kilos de cocaína, uno de los mayores cargamentos en los últimos años.
Por esto, las autoridades bolivianas abrieron una investigación y actualmente se procesa penalmente a 11 personas.
El ministro de Gobierno explicó que entre los procesados están la tía y la abuela de la menor española, propietaria y representante legal, respectivamente, de la empresa de mensajería, además del esposo de la dueña.
Estas personas están relacionadas a un caso anterior por la confiscación de 67.774 píldoras de droga sintética, que se traficaron de España a Bolivia a través de una empresa española que también pertenece a los acusados.
Del Castillo también se refirió a participación de un ciudadano colombiano-español que ingresó al país el pasado 2 de enero como parte de la tripulación de Wamos Air y que dejó Bolivia «como turista» el 4 de marzo.
El ministro expresó que ahora se busca establecer «por dónde ingresó la cocaína» al aeropuerto ya que se estableció que «no existió ninguna contravención» a los protocolos, por lo que pudo emplearse una puerta alejada de la terminal para que la droga vaya directamente a la pista.
A partir de esto, el Gobierno ha planteado mejorar los puntos flacos en el principal aeropuerto boliviano, interconectar los sistemas de operación y vigilancia mediante cámaras de seguridad además de fortalecer los protocolos de control.