El dirigente cocalero César Apaza, encarcelado desde septiembre de 2022 y quien sufrió una embolia en prisión, salió este jueves de la cárcel tras aceptar culpa y someterse a un proceso penal abreviado en un caso por un conflicto con otra facción de productores de hojas de coca de La Paz.
Apaza, que no puede caminar por sí solo, salió de la cárcel de San Pedro en La Paz con la asistencia de dos agentes policiales que lo ayudaron a llegar hasta un vehículo particular que lo esperaba en las puertas del centro penitenciario.
«Soy la clara muestra de que nuestro país necesita una justicia independiente», expresó el líder cocalero a los medios y auguró «que se vienen días mejores» para él y sus compañeros productores de hojas de coca y «que Dios ha sido más grande».
La Fiscalía General del Estado informó en un comunicado de prensa que Apaza fue sentenciado a tres años de cárcel por diversos delitos, entre ellos, incendio, instigación pública a delinquir y allanamiento a domicilio, en una audiencia de procedimiento abreviado que supone la aceptación de culpa.
Según el Ministerio Público, en la audiencia, la defensa del cocalero pidió al juez la «suspensión condicional de la pena» y se le impusieron «medidas de conducta» como la prohibición de cambiar de domicilio, acercarse al lugar de los hechos o comunicarse con otros implicados en el proceso, entre otras.
Con estas medidas, el dirigente pudo dejar la cárcel en esta jornada porque el juez le otorgó un «mandamiento de libertad», agregó la Fiscalía.
Versiones
El director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, aseguró que la salud del dirigente «ha tenido una mejora sustancial», lo que fue refutado por el abogado Jorge Valda, que sigue el caso de Apaza y de otros cocaleros investigados.
Valda dijo a los medios que la situación de salud de Apaza es «muy delicada», ya que tras sufrir la embolia y quedar con la mitad del cuerpo paralizada, le empezaron a fallar los riñones.
«Él, luego de un año y medio, luego de haber sufrido embolia (…) ha tomado la decisión de someterse a un procedimiento abreviado, pero no porque sea culpable, traidor o cobarde, sino porque tiene un hijo de un año al que quiere ver crecer, tiene una madre a quien quiere cuidar, tiene una vida que quiere vivir», sostuvo.
El jurista aseguró que Apaza es «inocente» y lamentó que «las decisiones de la justicia no se basan en función a la ley, se basan en función a mandatos políticos y eso es inaceptable».
Según Valda, son ocho cocaleros que hasta el momento se sometieron a procedimientos abreviados y quedan siete que asumirán el proceso penal por este caso.
Los antecedentes
Apaza fue detenido en septiembre de 2022 y encarcelado preventivamente, acusado de ser uno de los responsables de los destrozos en un mercado paralelo de la hoja de coca abierto por una facción de productores señalados de ser afines al Gobierno de Luis Arce.
El dirigente denunció entonces que fue torturado y obligado a golpes a firmar la recepción de su orden de captura.
La quema del mercado paralelo, que en agosto pasado finalmente fue declarado ilegal por las autoridades, se dio en medio de protestas de los afiliados a la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz, a la que pertenece Apaza, que exigían el cierre del lugar.
En febrero de 2023, el cocalero sufrió una embolia en prisión y fue llevado de emergencia a un hospital en La Paz, en medio de denuncias de una presunta negligencia de las autoridades para que el dirigente sea atendido oportunamente.
Apaza fue llevado nuevamente a la cárcel tras permanecer por casi un mes en el hospital sin completar sus sesiones de fisioterapia y sin explicaciones a sus familiares, según denunciaron éstos en su momento.
El caso del líder cocalero ha sido denunciado por organismos internacionales como Human Rights Watch (HRW), mientras que la Defensoría del Pueblo promueve una investigación penal sobre los «excesos» en su contra cuando fue detenido.