El pánico y la desinformación inducen a que muchas personas compren por cajas barbijos, guantes e incluso medicinas que no necesitan y desabastecen las farmacias dejando a las personas que Sí los necesitan sin posibilidades de adquirir los mismos y que luego puede favorecer al contagio y la propagación de la enfermedad. Ese es otro problema.
Limpieza de manos con agua, gel, alcohol, es la recomendación y sobre todo tener fe en que todo podrá ser controlado y sanado.
Falta de políticas de información
Resulta paradójico que la Presidenta del Estado haya solicitado a la población boliviana comprensión a la realidad de la salud pública, para que no cunda el pánico, ante la presencia del coronavirus, toda vez que existen médicos y paramédicos especializados para su tratamiento habiéndose dotado los instrumentales y elementos de protección pertinentes.
A la fecha, la Alcaldía de Oruro «ha tomado una determinación de declarar cuarentena» en esa ciudad «de manera inconsulta», indicó el Gobierno nacional, y esto generó psicosis en toda la población.
Toda una contradicción
Sin reparar el daño psicológico que se ocasiona, en lugar de tener en reserva a quienes estuvieran en grado de «sospechosos de portar el virus», con la pésima forma de informar, impactaron, crearon caos y pánico, en el colectivo social.
La propagación alarmante de dicho fenómeno, e imponderable, para la salud pública, demuestra que no existen políticas de información, para y durante la presencia del virus que anula las defensas del cuerpo humano.
No se requiere propagandistas
No se requiere de propagandistas de esa clase de mala información, sino de inmediatas acciones que hacen a la movilización de todos los integrantes de la comunidad boliviana, entre ellos las Fuerzas Armadas, la Policía, las universidades, los colegios de profesionales, para contrarrestar el virus procediendo a la inmediata instrucción a trabajadores de salud y cursantes de los últimos años de medicina, farmacia, odontología, sobre cómo asistir a los enfermos, dónde llevarlos, hacerles conocer qué clase de atención especializada se otorgará, apelar a psicólogos y universitarios de últimos años de psicología, filosofía, asistencia social, para que la población tenga fe en la recuperación de los internados, a las organizaciones mundiales de la salud para que proporcionen cooperación económica para adquirir medicamentos para tratamientos.
De otra parte, inculcar, mediante cursillos de tres días, a egresados de todas las carreras, sean de universidades públicas y/o privadas, para alentar y dar apoyo psicológico a familiares de los pacientes.
Cartillas sobre tos
Hacer conocer mediante cartillas la forma de contrarrestar dicho virus y hacer constar que la persona que tiene tos debido a un resfrío, o gripe, sea portador del coronavirus.
Acudir a todas las municipalidades y gobernaciones, para que convoquen a dirigentes de las organizaciones vecinales y comunales, para explicarles sobre el tema y la forma en que deben coadyuvar para que, en sus municipios, provincias, ayllus, marcas, no cunda pánico, sino tengan que apelar al lavado de manos y la limpieza de sus hogares.
Es decir, generar una ola de calor humano y atención médica oportuna a fin de contrarrestar las inhumanas actitudes de algunos «caníbales de la especie humana» que pretendieron, a título de vecinos, de habitantes de determinadas zonas o regiones, prohibir la atención de los «sospechosos» en centros médicos.
Aprender a diferenciar síntomas
La Organización Mundial de la Salud y médicos especializados, dan a conocer lo siguiente para aprender a diferenciar los síntomas:
- Fiebre, tos, moco, estornudos, vómito, diarrea, quebrahueso. Gripe.
- Tos, congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, malestar de garganta. Resfriado.
- Fiebre, tos, dificultad para respirar, flema amarillo-verdosa, cansancio, debilidad, rayos X pulmón mancha. Sospechoso de coronavirus.
Importante: Limpieza de manos con agua y jabón (jaboncillo), gel, alcohol, es la recomendación y sobre todo tener fe en que todo podrá ser controlado y sanado.
Todo «sospechoso» de portar el virus, puede y debe ser tratado en centros médicos y adoptar medidas precautorias durante 14 días para diagnosticar si es positivo o no.
Se impone que el pueblo no ingrese en psicosis, debe calmarse y comprender la situación –preocupante, por cierto-, cooperando para que se ayude en forma oportuna a quienes requieren de ayuda a su salud.