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lunes, abril 29, 2024
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Nueva administración portuaria

El privatizado puerto de Arica cambió de operadores y ahora es administrado íntegramente por capitales chilenos. El consorcio Neltume Ports y Belfi, compró la totalidad de las acciones de la empresa que opera la Terminal Portuaria de Arica (TPA), donde tenía un 20 % un grupo de inversores peruanos a través de la firma Ransa. Lejos de mejorar, desde que se privatizó el servicio portuario en Arica ha confrontado serios problemas que perjudicaron las operaciones de los despachos de carga desde y para nuestro país. Los problemas se agravaron desde el año 2004, cuando el Gobierno chileno entregó por diez años las operaciones del puerto al Grupo Empresas Navieras, Ransa Comercial y SAAM Puertos, ampliado posteriormente, pese a las deficiencias.

Desde entonces, además de alzas en tarifas y servicios se han producido reiterados paros que dejaron sin atención a miles de toneladas carga boliviana con un grave perjuicio para importadores, exportadores y transportistas de nuestro país. Pese a esa pésima atención, se ha visto la necesidad de utilizar los puertos chilenos debido a que se supone que Chile debería cumplir el Libre Tránsito que establece el Tratado de 1904. Lamentablemente no es así y ahora, después de tanto perjuicio y trabas, poco a poco, se están utilizando los puertos peruanos y se buscan, simultáneamente, otras alternativas, como exportar hacia el Atlántico utilizando la hidrovía Paraná-Paraguay.

Solamente la Cámara de Comercio de Santa Cruz (Bolivia) ha estimado pérdidas de 300 millones de dólares por más de sesenta paros entre 2013 y junio del 2017, sin contar los perjuicios para otros departamentos productores de minerales, y las importaciones que en este momento son las más altas de la historia nacional. El 80 % de la carga que moviliza Arica proviene o tiene como destino Bolivia. El gerente de la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia, David Sánchez, explicó que se tiene la intención de utilizar más los puertos peruanos, trasladando entre 60,000 a 100,000 toneladas carga hacia Ilo en 2019. El año pasado se logró movilizar ya 20,000 toneladas.

Hace pocos meses, el gobierno decidió recategorizar los puertos Aguirre, Gravetal y Jennefer, sobre aguas del canal Tamengo, en la cabecera de la hidrovía Paraná-Paraguay. Está pendiente la recuperación de barcazas chinas que podrían ser utilizadas en el transporte por esta vía y llegar a Puerto Palmira, Uruguay, en el Atlántico. Asimismo, se estima que dentro de cuatro años entraría en operaciones Puerto Busch, también sobre aguas del río Paraguay.

La situación actual con los puertos chilenos es insostenible. El comercio exterior de nuestro país sufre cuantiosas pérdidas como consecuencia de la mala administración de la concesionaria privada Terminal Portuaria de Arica (TPA), que ha ocasionado que el puerto colapse al no poder despachar la carga que día a día se acumula más. Los problemas que confronta son de diverso orden. El último conflicto del año pasado se originó con la aplicación de un nuevo sistema de operación de contenedores, que resultó muy lento o no se los supo operar, y como consecuencia unos dos mil camiones quedaron parados hasta que se les despachó la carga con demoras de semanas.

Recordemos que Bolivia denunció en 2017 ante la Organización de Naciones de Unidad (ONU) el perjuicio al país por 34 días de paro laboral en el puerto chileno. La carga de y hacia nuestro país durante esa gestión alcanzó a dos y medio millones de toneladas. En esa oportunidad, según informes de prensa, el gerente de la Terminal Portuaria de Arica Diego Bulnes, envió una nota oficial a la Empresa Portuaria de Arica (EPA), en la que planteaba que «de no mediar solución a la problemática expuesta, los clientes bolivianos tendrían –según nuestro entender– tres opciones: Aumentar la logística de despacho directo que asegure la salida de la carga al atraque, buscar alternativas logísticas diferentes a Arica o esperar con la nave a la gira hasta que los espacios en puerto sean suficientes». En otras palabras, la administradora chilena decía que Bolivia busque otros puertos.

Pero lo peor es que pese a que existen alternativas por los puertos uruguayos y peruanos, y hasta una concesión sin precedentes para la utilización del puerto de Ilo, el comercio exterior boliviano continúa atrapado por el acceso natural, debido a que la infraestructura vial y ferroviaria ha sido construida para salir por Arica y Antofagasta. Ojala que ahora se definan las alternativas viables, que dejen de ser proyectos y Bolivia para su comercio exterior utilice puertos peruanos, uruguayos, argentinos y ojalá algún día los puertos de Santos en Brasil, si se hace realidad el ferrocarril transcontinental.

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