El robo de más de siete millones de dólares a la Cooperativa Telefónica de San Cruz pasa de ilícitos comunes a delitos con múltiples víctimas.
Lo curioso es que el presidente de Administración, Iván Uribe, en tono irónico, intenta hacer creer que no sabe nada sobre el caso cuando de acuerdo a reglamentos, de toda cooperativa, es responsable de lo que ocurra al interior de su administración. Por eso es risible su postura de pedir «licencia indefinida» del cargo. Socios de la cooperativa señalaron que «es una mamada», lo que debe hacer es renunciar al cargo y ponerse a disposición del Ministerio Público y de los investigadores por el fantástico y fabuloso multimillonario robo ante las narices de los directivos de COTAS.
Lo sospechoso es que hasta la fecha el Ministerio Público no dé a conocer nombres y apellidos de los sindicados y que actualmente, se dice, están siendo investigados.
¿De qué influencia política gozan los «que perforaron las cajas fuertes de COTAS para llevarse siete millones de dólares»? ¿Acaso son «parientes de los Consejeros y programados para ocasionar semejante delito?
Los fiscales, que atienden el caso, deben convocarlo para que rinda informativa por la cual se sepa qué misión cumplía en COTAS, cuánto se le pagaba como dieta, los motivos por los cuales no reveló a tiempo, en forma oportuna, sobre los ilícitos en que incurrían algunos ejecutivos, dirigentes sindicales o personal de confianza de los Consejeros pecando de negligente, cómplice, o quizá ser uno de los principales encubridores de tan funesto delito.
Quién o quiénes están utilizando influencia para que no se dé a conocer los nombres y apellidos de los sindicados, ¿qué es lo que se intenta tapar? Iván Uribe, debe dar a conocer a la opinión publica quiénes son los denunciados, incriminados, no basta su irónica «licencia indefinida», en qué estatuto se indica esa «inventada figura» antijurídica para seguir «mamando» como Consejero e intentar ponerse a buen recaudo para no ser involucrado en dicho robo.
Tienen la palabra los fiscales del caso y los directivos de COTAS, mientras los socios ya debían haber adoptado algunas medidas, en asamblea extraordinaria de socios, para resguardar los intereses económicos de dicha Cooperativa.