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miércoles, mayo 15, 2024
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ONU advierte de amenazas ambientales catastróficas

Mientras en Bolivia se atenta contra la naturaleza, se incendian los bosques, se contaminan los ríos y lagos, escasea el agua y la gente respira humo en la mayoría de las grandes ciudades, coincidentemente un nuevo informe de Naciones Unidas, advierte sobre seis amenazas catastróficas que podrían acabar con los sistemas esenciales para la vida humana en el planeta. Es necesario que el gobierno central, las gobernaciones departamentales y los municipios, comprendan la gravedad que representan los daños irreversibles al medio ambiente, causados, entre otros factores, por una minería que no respeta las normas ambientales y las irracionales quemas para habilitar tierras de cultivo que derivan en incendios que actualmente están intoxicando a la ciudadanía, con grave riesgo para la salud.

Ante la densa humareda que cubre varias ciudades y poblados bolivianos, la Sociedad Boliviana de Neumología recomendó emitir la declaratoria de Alerta Sanitaria Respiratoria, por presentar «un peligro potencial, a corto, mediano y largo plazo, para toda la población». Alerta sobre «los intolerables y peligrosos niveles de contaminación ambiental», originados por el chaqueo y los incendios forestales, porque representan un riesgo real a la salud de la población en general, más aún para los pacientes que presentan enfermedades de base. Mediante un comunicado recomiendan la aplicación de urgentes medidas de protección personal, especialmente entre los grupos vulnerables, entre ellos los portadores de enfermedades como asma bronquial, bronquitis crónica, cáncer pulmonar o los que fueron afectados por el coronavirus.

El Ministerio de Salud también publicó once recomendaciones para protegerse del humo, provocado por los incendios y sugirió que las actividades escolares sean de manera virtual hasta que el valor del Índice de Calidad del Aire (ICA) mejore en regiones afectadas por el humo. El ministerio de Educación determinó la suspensión de labores escolares por dos días. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, descartó la posibilidad de declarar emergencia nacional. Informó que bajaron de 21 a 16, los incendios de magnitud en Bolivia, por las medidas de contención y las lluvias, lo que hace prever que hasta el fin de semana serán controlados, según su criterio. Según ABI, los médicos de la Unidad de Gestión de Riesgos Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud y Deportes se desplazaron a los municipios de Santa Cruz y del norte de La Paz donde se registran incendios forestales. En las ciudades más contaminadas el Índice de Calidad del Aire, llegó a más de 300 microgramos por metro cúbico, nivel que es considerado «extremadamente malo».

En cuanto a la advertencia de la ONU, Zita Sebesvari, integrante del grupo de científicos que elaboró el nuevo informe, dijo que «al dañar la naturaleza y la biodiversidad, al contaminar tanto la Tierra como el espacio, nos dirigimos peligrosamente hacia múltiples puntos de inflexión de riesgo, que podrían destruir los sistemas de los que dependen nuestras vidas», El análisis alerta sobre algunas amenazas ya conocidas, como el calor insoportable, el derretimiento de los glaciares que pone en peligro el suministro de agua o la desaparición de especies animales que desempeñan un papel clave en su ecosistema.

Pero también resalta ciertos riesgos menos citados en las discusiones sobre el clima. Uno de ellos es la acumulación de desechos espaciales, que amenaza con crear colisiones en cadena que podrían dejar la órbita de la Tierra inutilizable para nuestros satélites, muchos de los cuales sirven para advertirnos sobre desastres climáticos. Otra es la amenaza al sistema de seguros. A medida que los desastres se multiplican, sus precios aumentan y algunas aseguradoras incluso se retiran de ciertas áreas, dejando a la gente más expuesta. También consideran un riesgo el agotamiento de las aguas subterráneas, utilizadas principalmente para la agricultura, para compensar la falta de agua durante, por ejemplo, las sequías.

Los autores también proponen un nuevo enfoque para analizar posibles respuestas a estas crisis, clasificándolas en dos categorías. Son soluciones dirigidas a evitar las causas del problema y aquellas de adaptación ante cambios inevitables. Por ejemplo, ante el aumento de las temperaturas, la instalación de aires acondicionados es una solución de adaptación dentro del sistema. Mientras que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero busca transformarlo, apuntando a la causa del problema. El informe encuentra que la mayoría de las soluciones que se están implementando actualmente se centran en retrasar los problemas en lugar de abordar genuinamente las causas fundamentales. Señala que se tiene que comprender la diferencia entre adaptarnos a los puntos de inflexión de riesgo y evitarlos, así como diferenciar entre acciones que retrasan los riesgos inminentes y aquellas que nos llevan hacia la transformación de una amenaza.

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