Miles de campesinos del oriente llegaron este lunes a La Paz, luego de una marcha de 29 días y casi 900 kilómetros recorridos hasta el oeste del país, con la finalidad de reunirse con el presidente Luis Arce e iniciar negociaciones para conseguir títulos agrarios, junto a otras demandas.
La movilización ingresó al centro de La Paz alrededor de las 14:00 portando la bandera del país, la Wiphala y la bandera cruceña, zona de donde provienen, bajo el pedido de «titulación» de tierras.
Esta manifestación partió el pasado 5 de julio desde la población cruceña de Pailón para emprender una extensa caminata hacia el oeste del país en procura de conseguir una audiencia con el mandatario boliviano, además, de senadores y diputados para realizar ajustes legales en favor de su comunidad.
En declaraciones a Efe, el secretario ejecutivo de la Federación de Campesinos de Santa Cruz, Frankin Vargas, expresó que el pedido principal es la eliminación de la «burocracia» para la obtención de «títulos comunitarios» ya que un decreto que establece los procedimientos hace que se trate a este sector como «empresarios».
También mencionó que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) dotó tierras en lugares en los que no existen servicios básicos como la Chiquitania, una región de transición entre el Chaco y la Amazonía, de donde muchos de los marchistas proceden, y en la que hay problemas de falta de agua.
Otros de los pedidos es una nueva ley agraria «acorde con la Constitución» que fue promulgada en 2009, además que se les entregue «papeles» de propiedad a aquellas comunidades que hace una década o dos están asentadas en tierras fiscales no disponibles.
A esto se suma el pedido de «anulación» de concesiones forestales que «benefician a muchos empresarios», aseguró Vargas.
El dirigente aseguró que la intención de este sector de agricultores no es «avasallar» las reservas o áreas protegidas ni instalarse en tierras comunales de comunidades indígenas como se quiere hacer creer.
Además, el dirigente Vargas señaló que la marcha también muestra su rechazo al líder opositor y gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y la postura de sus sectores afines para adelantar un año el censo que se pospuso para 2024.
Esta movilización muestra la tensión que existe en la región de Santa Cruz, la mayor de Bolivia y considerada el motor económico del país, en la que en el último tiempo se han producido varias disputas violentas por la tenencia de parcelas agrícolas.
El año pasado se produjo también otra marcha de los pueblos indígenas de tierras bajas que recorrió 500 kilómetros desde la ciudad de Trinidad hasta Santa Cruz que duró 37 días que, en un sentido contrario a la de ahora, pidió el respeto de sus territorios ante el avasallamiento de comunidades campesinas afines al Gobierno.
Estos indígenas, que fueron calificados como opositores al Gobierno, pidieron una reunión con Arce y sus principales colaboradores para plantear sus problemas la que finalmente no se dio, por lo que tuvieron que regresar a sus comunidades.
Por otra parte, el sector de campesinos que esta jornada llegó a La Paz está en procura de una reunión con Arce y altas autoridades del Gobierno, con quienes ya tuvieron un acercamiento, que esperan se desarrolle este martes.