El director técnico, Cristian Díaz, está frente al partido de su vida este domingo (16:00) en la final del torneo Apertura y asume este desafío confiado en el recurso humano con el cual se rodeó para tratar de darle una alegría a afición, que desde 2016 se quedó con ganas de celebrar un título.
Después de un semestre agitado, jugando Copa Libertadores de América y dosificando fuerzas para jugar a la par el torneo local, el entrenador argentino mencionó que el plantel está intacto para enfrentar a Bolívar y «tenemos nuestras armas para soñar».
Los atigrados superaron la semifinal con triunfos ida y vuelta sobre Palmaflor (2-1/2-1), una fórmula que aplicó desde los cuartos de final ante Royal Pari (7-0 en el marcador global), pero el profesional argentino está consciente de que será distinto por tratarse de un solo compromiso.
«Aquel que se levante mejor», fue la frase con la cual Díaz definió este compromiso y agregó que: «ambos equipos llegan bien, porque están en el lugar que soñaban estar».
El escenario de la final no será extraño para Díaz, quien recordó que en su carrera como futbolista o en esta faceta como entrenador jugó partidos inolvidables y este Clásico por el título tendrá un lugar especial.
Y considera que el efecto de este partido va más allá de las fronteras, «por la trascendencia sudamericana de la cual todos tenemos que estar alegres, una recuperación masiva y será colocada en el lote de los partidos más importante en mi vida», concluyó el entrenador, que en el Clausura 2019 fue campeón con Wilstermann.
Plantel
Los defensores Ismael Benegas y Gonzalo Castillo se sumaron al trabajo grupal y están a disposición del cuerpo técnico para jugar el domingo. Aunque, Díaz quiere probar cómo están futbolísticamente en la sesión de este viernes.
Estos zagueros se perdieron los encuentros de las fases preliminares por las lesiones que sufrieron y la zaga quedó a cargo de Adrián Jusino y Richet Gómez, quien fue improvisado como central.
El lateral Juan Pablo Aponte cumplió su partido de suspensión por expulsión y regresaría a la titularidad. Mientras, Rodrigo Amaral está habilitado para jugar a la espera de una sanción del Tribunal de Justicia en un proceso que se abrió en marzo por una supuesta agresión contra un árbitro.